Salvadoreños conmemoran los 33 años del asesinato del obispo Oscar Anulfo Romero

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Romero fue ultimado de un disparo en el pecho cuando oficiaba misa en la capilla de un hospital para enfermos de cáncer de San Salvador, el 24 de marzo de 1980, cuando estaba por estallar la guerra civil que se prolongó hasta 1992.
Romero fue ultimado de un disparo en el pecho cuando oficiaba misa en la capilla de un hospital para enfermos de cáncer de San Salvador, el 24 de marzo de 1980, cuando estaba por estallar la guerra civil que se prolongó hasta 1992.

EL SALVADOR.- Los salvadoreños conmemorarán hoy el asesinato del arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero, perpetrado por un francotirador y que 33 años después continúa en la impunidad.

Romero fue ultimado de un disparo en el pecho cuando oficiaba misa en la capilla de un hospital para enfermos de cáncer de San Salvador, el 24 de marzo de 1980, cuando estaba por estallar la guerra civil que se prolongó hasta 1992.

Hoy, domingo, también se celebrará el Día Internacional del Derecho a la Verdad de las Víctimas de Graves Violaciones de los Derechos Humanos, declarado por la ONU en 2010 en honor al prelado, que se caracterizó por defender a los pobres y denunciar las injusticias.

La conmemoración oficial de la Iglesia católica y de la Fundación Monseñor Romero se llevó a cabo por anticipado el sábado anterior, 16 de marzo, para no interferir con el Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa, según explicaron los organizadores.

También hoy serán celebradas  diversas actividades, además de las visitas a su tumba, en la cripta de la catedral de San Salvador, para rendir homenaje al arzobispo al tiempo que la feligresía participa en el Domingo de Ramos.

Las actividades incluirán una exposición fotográfica, presentaciones musicales y teatrales, romerías, testimonios sobre la vida y obra de Romero, y celebraciones eucarísticas, entre otras.

La Comisión de la Verdad que investigó los crímenes cometidos durante la guerra civil de El Salvador indicó en su informe, hace 20 años, la «plena evidencia» de la complicidad en el asesinato de Romero del ya fallecido Roberto D’Aubuisson, fundador de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), partido que gobernó el país entre 1989 y junio de 2009.

Sin embargo, una Ley de Amnistía aprobada también en 1993, un año después de los Acuerdos de Paz que en 1992 pusieron fin a la guerra civil, dejó en la impunidad el crimen del jerarca católico y otros delitos de lesa humanidad.

En un nuevo intento por acabar con esa impunidad, organismos locales de derechos humanos pidieron el pasado miércoles a la Corte Suprema de Justicia que declare inconstitucional la Ley de Amnistía, que protege crímenes cometidos por militares y guerrilleros.

La Corte Suprema y el Parlamento salvadoreños han rechazado en años anteriores derogar la Ley de Amnistía.

La guerra civil salvadoreña dejó un saldo de 75.000 personas muertas, 8.000 desaparecidos y 12.000 lisiados.

El Vaticano abrió en 1994 el proceso de beatificación de Romero, a quien muchos latinoamericanos llaman «San Romero de América», pese a que aún no ha sido beatificado.

La Iglesia católica salvadoreña ha expresado su optimismo en que el papa Francisco, primer pontífice argentino y latinoamericano, beatifique pronto a Romero.