Por Nélsido Herasme
Al momento de iniciar la redacción de este escrito, medios informativos daban cuenta que el periodista y profesor universitario, Juan Bolívar Díaz, sufría lesiones, luego que el vehículo en que viajaba junto a su esposa, en la autopista Duarte, camino a Santiago se accidentara. Gracias a Dios que al día de hoy el ilustre y recio comunicador está fuera de peligro.
Nosotros, el pasado 19 de agosto estuvimos en la Biblioteca Pedro Mir, de la UASD, cerquita de Juan Bolívar, apoyándolo como lo hicieron cientos de comunicadores, sindicalistas, grupos de la sociedad civil y personalidades comprometidas con la ética, la transparencia y la democracia dominicana.
Juan, es de los pocos comunicadores que, en el marco de la dictadura constitucional, le quedan al país.
El avance del posicionamiento del partido único en la República dominicana no admite adversarios, no acepta obstáculos, no permite que opositores hablen y mucho menos elaboren y sometan expedientes contra el dictador constitucional.
Hay que acallar las voces disidentes, las que causan ruidos y las bocinas que desafinan en contra del gobierno.
Ahora es contra el maestro docente de la comunicación superior que la emprenden los padrinos del déficit fiscal más atroz que registra la historia de nuestra economía, de la impunidad y del saqueo, entre otros males.
Como el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana mantiene el control de más del 80 por ciento de los medios de comunicación del país, los que no han podido ser comprado, son sometidos a la amenaza, a la censura y al acoso por parte del oficialismo.
Como la oposición política ha sido diezmada, el dueño de las altas cortes y presidente del partido de gobierno ha dicho que su organización es una fábrica de presidentes y que gobernará el país por 36 años.
Los perredeistas, los grupos de la sociedad civil y los partidos alternativos, junto a los hombres y mujeres de compromiso con la democracia, deben ir pensando en la construcción de un espacio de coordinación político social que permitirá hacer oposición firme y frontal al gobierno del PLD.
Recordemos que para al régimen de los 12 años de Joaquín Balaguer resultó más fácil y barato asesinar a comunicadores y eliminar voces pensantes, antes que tener que enfrentar a las masas en las calles.
