Uribe dice que hay «silencio cómplice del Gobierno con la dictadura de Venezuela»

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Asegura que el presidente Santos no se pronuncia sobre la situación del país vecino por no indisponerse con las Farc.
Asegura que el presidente Santos no se pronuncia sobre la situación del país vecino por no indisponerse con las Farc.

COLOMBIA.- El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) aseguró que «hay un silencio cómplice con la dictadura de Venezuela» porque el mandatario Juan Manuel Santos no se atreve a indisponerse con las Farc.

«Hay un silencio cómplice con esa dictadura (de Venezuela), porque el presidente Santos no se atreve a indisponerse con las Farc», dijo Uribe, quien aspira a ganar un escaño en el Senado en los comicios legislativos del próximo 9 de marzo, durante un acto proselitista en la ciudad de Ibagué.

El expresidente, que tras ser el mentor político de Santos se ha convertido en uno de sus férreos críticos, aprovecha sus intervenciones en actos políticos para cuestionar a quien fuera su ministro de Defensa, en especial el diálogo de paz que el Gobierno lleva a cabo con las Farc en Cuba.

Uribe también critica los acercamientos de Santos, quien aspira a la reelección en los comicios presidenciales del próximo 25 de mayo, con el jefe de Estado de Venezuela, Nicolás Maduro, cuyo Gobierno apoya decididamente el proceso de paz que se celebra en La Habana.

Los negociadores del Gobierno y las Farc en Cuba señalaron este jueves en un comunicado conjunto que ya tienen los «primeros borradores» sobre el asunto referido a la sustitución de cultivos ilícitos de coca, marihuana y amapola.

El expresidente Uribe arremetió este jueves contra el Ejecutivo de Maduro y se preguntó «¿qué dirá hoy el pueblo de Venezuela, maltratado por las bayonetas de la dictadura?», en alusión a las marchas del miércoles que dejaron al menos tres muertos, más de 60 heridos y 69 detenidos.

A juicio de Uribe, Colombia debe «acompañar el grito democrático de Venezuela, hoy ensangrentado y pisoteado por la dictadura chavista», e insistió en que el Gobierno de Santos mantiene «un silencio cobarde».