¡Qué importante es, sentirse uno siempre rodeado de verdaderos sentimientos!

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BIBLIAXPor Rolando Fernández

Esa es la mejor recarga para continuar viviendo conforme, según lo que humanamente entendemos. Todo lo contrario ocurre, cuando se percibe la falsedad, la demagogia, el interés marcado en los acompañantes, fijos, u ocasionales; que cuánto se recibe, obedece a un cumplido que se torna evidente, y nada más.

De apariencias, falsías, y teatros está llena la humanidad. La proclividad hacia esas actitudes es inmensa entre la gente. ¿Por qué será? Muchas personas, producto de la falta de un verdadero apoyo emocional, aun no se haya sembrado para merecerlo, aparentemente, reparándose nada más en la presente corriente de vida física, experimentan serios vacíos, o crisis existenciales cuando son objeto de esas disposiciones animosas, que les pueden conducir a delicados estados depresivos, con tendencia hacia la peligrosidad de la subsistencia misma, como es el caso del suicidio extremo por ejemplo.

Es obvio que, el apoyo emocional verdadero y oportuno se traduce en claro amor incondicional; aquel que nada exige a cambio de; que siempre se ofrece, sin importar que medie reciprocidad alguna. Pero, cuán lejos está eso del accionar humano presente, independientemente de que alguien deba ser objeto o no. ¡Hoy cada cual “jala” para su lado!

En los tiempos actuales, quienes pueden contar con entornos reales de solidaridad que les rodeen, tal sería el caso de los padres en especial, conformados por hijos, hermanos y conyugues, entre otros familiares y allegados cercanos, brillan casi por su ausencia. Esas intenciones quedaron prácticamente en el lejano pasado. Parece que la Madre Naturaleza tiene razones poderosas para que así sea, y que su Ley de Causa y Efecto se cumpla de forma inexorable.

Con respecto a todos cuántos puedan ser blancos de esas actitudes ingratas de gran generalización hoy, procedería hacer un alto y preguntarse: ¿Por qué? ¿Qué motivos puede haber? ¿A qué obedece que otros no pasen por la misma experiencia? Procuraremos exponer respuestas a nuestro humilde juicio, más abajo.

Producto de lo expresado, y en conexión con lo que expusiera Kedmay T. Klinger Balmaseda, en un artículo que publicara en el medio “HOY”, edición de fecha 15-11-14, intitulado “En plena crisis existencial”, “los individuos que atraviesan crisis existenciales se caracterizan por sentirse permanentemente vacíos, desanimados y desmotivados; atraviesan periodos de intensa tristeza y desasosiego, y se les desata un temor conscientes o inconsciente asociado a la idea de la muerte”.

Claro, ante el escenario de soledad en que alguien se pueda encontrar, sin tener de quién agarrarse, aun sea para conversar con entrega, como se dice, es obvio que, tiene que sentirse vacío, sin motivación alguna para continuar viviendo; triste e inquieto, desorientado; y, estar pensando solo en la llamada muerte, en el orden convencional, máximo cuando el periodo vital hacia en lo delante ya inspira poco, y las posibilidades escasean, por razones comprensibles.

Pero hay otras aseveraciones muy importantes en el trabajo de referencia, que se deben transcribir para mayor difusión y concienciación de muchos:

“En plena crisis existencial, es común levantarnos sintiéndonos diferentes y con un extraño aburrimiento, evidenciando repentinos cambios de ánimo, sintiéndonos que no queremos hablar con nadie o casi nadie de nuestra vida personal, pasando una sensación interna de insatisfacción generalizada así las cosas estén marchando bien, porque lo que antes nos gustaba y motivaba ha perdido valor, por lo que enfrentamos ese sentimiento de hacer cambios en nuestro estilo de vida”.

Todo lo expresado en los párrafos inmediatamente precedentes, envuelve una serie de verdades, sobre las cuales, personas que han estado atravesando por crisis de esa naturaleza, podrían dar fieles testimonios. Claro está, todo en términos de ocurrencias individualizadas.

Ahora, en el tenor de lo que se trata, hay un aspecto muy fundamental que se debe procurar conocer, y ponderar: causales que están en la base de ese tipo de crisis. ¡No se advierten a simple vista, y constituyen el gran QUID de todo!

En el trabajo a que hemos hecho alusión, se habla de lo siguiente: A) “Aunque es preciso señalar que no todos los individuos padecemos crisis existenciales y no todos los que las sufren viven de la misma manera”; y, B) “Si ésta es adecuadamente resuelta, nos permite adquirir un sentido de auto-suficiencia moral y personal que puede repercutir de modo favorable por el resto de nuestra existencia”.

De tales afirmaciones se desprenden, en primer lugar, las siguientes preguntas: ¿por qué a unas personas sí, a otras no? Y, en el caso de ocurrir, ¿por qué a no todas en iguales condiciones?

Esas son cosas que llevan a pensar necesariamente en el prediseño de cada corriente de vida, sobre lo que se habla a nivel de esoterismo profundo. Y, asociado con eso, que nada de cuanto sucede a cada ser humano es casual, sino causal, con principalía de origen en vidas anteriores.

De otro lado, y en segundo lugar, ¿se podrá resolver adecuadamente la problemática? Creemos en lo particular, que es posible hacerlo en algunos casos, pero que en otros no; que todo va a depender del grado de punición kármica inherente.

Eso que sugiere el existencialismo, de que “cada individuo tiene la capacidad de elegir los parámetros de su propia existencia. Elegir el propósito y el significado de nuestra vida por nosotros mismos, sin ayuda externa, podría ser la clave para resolver una crisis existencial”, encierra muchas interrogantes.

En lo personal, no creemos que ninguna de las dos concepciones aplique en realidad. Que ni por nosotros mismos, o con ayuda externa se puedan hacer esas cosas. Si toda corriente de vida está presupuesta, en el ámbito divino, como es lo que se entiende esotéricamente hablando, reiteramos, solo nos queda la aceptación del momento presente en que se viva; hacernos uno con lo que llegue, sin etiquetarlo de bueno o malo, y asimilar que todo obra para bien, en términos evolutivos.

Que nosotros, “por nuestra cuenta no podemos hacer nada verdaderamente importante”, como bien lo señala Eckhart Tolle, una de sus obras, Pero además, en la misma Sagrada Biblia, al alcance todos, tenemos que: “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (Jeremías 10:23).

Entonces, no es cuestión de existencialismo. ¡Es lo que a cada cual le toque, por estar predispuesto en su corriente de vida, y que de manera inexorable tiene que darse!

Finalmente, cabe señalar que, la única intención en el exponer sobre tan delicada temática es: ¡inducir hacia una sostenida reflexión sosegada sobre lo tratado!, haciendo provecho de la celebración del 10 de septiembre, declarado como “Día Internacional de la Prevención del Suicidio”, tras considerarse como segunda causa de muerte a nivel mundial.

www.rfcaminemos.wordpress.com.