Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Se declaró culpable por intento de asesinato, posesión criminal de un arma, asalto criminal, violencia doméstica y otros cargos, el dominicano Héctor de la Cruz, de 27 años de edad, quien el 21 de febrero emboscó a su ex pareja, la dominicana Lisbeth Acosta en el edificio donde ella vive en El Bronx y la atacó brutalmente a machetazos tratando de matarla.
El acusado, quien se mostraba inquieto y nervioso en el banquillo y se desenvolvió en la instrucción de cargos a través de un intérprete en español, respondió: “culpable, su señoría”, cuando el juez George Villegas de la Corte Suprema Estatal en El Bronx, le preguntó cómo se declaraba y si entendía la gravedad de los cargos.
El juez le impuso una fianza de $500 mil dólares, aunque el Ministerio Público pidió una de $1 millón y lo citó para el 27 de mayo.
El hombre, al que la mujer le había retirado una orden de alejamiento en Nueva Jersey, porque según ella lo veía “actuando normal”, podría ser deportado a la República Dominicana después que cumpla su condena, enfrentando más de 25 años en la cárcel.
Él, estuvo desde el 21 de febrero, noche del ataque en el pabellón psiquiátrico del hospital Bellevue en Manhattan, en evaluación psicológica antes de ser acusado formalmente ayer de los cargos.
Su abogado defensor, César González describió el ataque como “el peor de los casos que uno se pueda imaginar”.
Acosta, quien sobrevivió milagrosamente a los fieros machetazos de de la Cruz, se recupera en el hospital Saint Barnabas de El Bronx, donde fue sometida a 10 cirugías para reconstruirle la mandíbula, partes de la cara y suturarle una mano, que recibieron profundas lesiones en el ataque.
También le dio machetazos en la parte posterior del cuello.
Se salvó, según relató ella el lunes a medios locales, gracias a la intervención de un inquilino al que le pidió ayuda, rogándole que no dejara que de la Cruz la matara.
“Puedo entender a las personas que no quieren estar juntos, pero no para que se eleven a este nivel particular, es más allá de mi comprensión», dijo el abogado de de la Cruz.
“El acusado mostró un total desprecio por la vida de Acosta y la atacó a la vista de los testigos y de un video de vigilancia” dijo el fiscal adjunto Simon Folkard.
“El intento de matarla fue evidente con el uso del instrumento que seleccionó y con cada oscilación de ese largo machete,” añadió el fiscal auxiliar.
“Ella tiene suerte de estar viva hoy en día, pero está atormentada por el hecho de que él podía volver a terminar el trabajo”, señaló el fiscal.
“Ahora mismo está tan lúcido como usted y yo”, dijo González, al ser consultado sobre la estabilidad mental de de la Cruz.
“Pero ni siquiera es una cuestión de este momento, se trata del momento cuando ocurrió el incidente”, explicó.
Originalmente la fiscalía solicitó al juez que lo dejara preso sin derecho a fianza, pero la familia de Acosta que estaba presente en el tribunal vaciló en la decisión, y finalmente su padre, Modesto Acosta, dijo que una fianza de $1 millón estaría bien.
“Por lo menos que sea de $1 millón,” dijo el señor Acosta.
Lisbeth dijo que aunque de la Cruz está en la cárcel, todavía tiene miedo y tiene que vivir con la situación por el resto de su vida.
