POR RAQUEL DEMORIZI
La vida es una experiencia única, nadie desea lo peor al contrario deseamos lo mejor tanto para nosotros mismos como para todo aquel que nos rodea, ¿quién desea tener sufrimientos y dolores?, nadie.
Pasamos la vida en búsqueda de la felicidad, del amor, del gozo, de la paz. Lo que no sabemos es lo necesario que es aprender durante la travesía y diferenciar entre lo que vamos a elegir y lo que vamos a descartar para al final tener el producto deseado, y ese producto dependerá de nuestra sabia elección.
Hay un momento en el cual debemos meditar y decidir. ¿En qué basas tu felicidad? sí es solo en satisfacer las necesidades del otro siento decirte que te estas aniquilando lentamente y si estas basándola en lo que no tienes es tremendo error. Así como vivir por amor a otro, es desgastarte así mismo.
Siempre digo y repito que nada ni nadie te hará feliz ya que la felicidad no está en lo material, ni en el poder, ni la fama. ni en la ausencia de problemas.
La felicidad es relativa y subjetiva. Es personal. No hay una escala ni molde ni receta para alcanzarla, al embarcarnos en esta búsqueda tan solo conseguimos angustiarnos, sin darnos cuenta que somos nosotros la fuente de la felicidad. Es momento de tomar las riendas. Hoy es día de elegir.
Si sientes que en tu vida solo hay lágrimas, tristezas, amarguras. Detente. No sigas en ningún lugar donde uno goza y otro sufre, donde el amor es solo por conveniencia, donde te dicen (te quiero, te adoro, pero a mi manera) si crees que no eres feliz porque ese alguien no te ama como quieres. Sacúdete y cambia esa idea, no eres feliz porque otro no te haga feliz, no eres feliz porque no haz echado mano a tu decisión de serlo, no haz echado mano a tu recurso interno.
Que ninguna situación te empuje a sostener un vínculo con quien no te inspire amor, ya que, por andar en búsqueda de compañía, afecto, de una presencia, de llenar tu soledad, confiando que ahí está tu felicidad, puedes pagar alto precio.
Busca en tu historia y anota los momentos positivos y los negativos, las ventajas y desventajas, recapacita y determina qué hacer con el resto de vida que te queda. Las experiencias son para aprender de ellas, crecer, madurar y no repetir lo equivoco. Para tomar lo mejor de ellas con el fin de obtener un diferente modelo y no tropezar de nuevo con la misma piedra.
Para lograrlo hay que hacer modificaciones importantes en nuestra conducta, actitud, criterio, discernimiento, creencias y en el tipo de elección. Los cambios no llegan solos si no hay disposición.
No busques opiniones pues ten presente que eres tú quien tendrá que lanzarse, no los demás, es la rienda de tu vida, y los demás no pueden tomarla, solo tú puedes asumir la responsabilidad.
Tienes todo el derecho de vivir plenamente, sintiendo paz, alegría y más que nada amor por ti mismo. Esto está solo en las palmas de tu mano, a tu alcance.
No lograras tomar las riendas de tú vida sino cierras capítulos, pasas páginas, sacas lo viejo para abrir espacio a lo nuevo. Analiza lo que quieres. Aclara tus ideas, pensamientos, ya no busques más excusas de porque esto sí, y aquello no, ni culpes a los demás.
Eres tu propio arquitecto y obtendrás un excelente trabajo según las herramientas y materiales que uses en la elaboración de tu obra. Tu vida es una película y tú el protagonista, hay que ser buen actor según el personaje que te toque interpretar.
El éxito y el fracaso es lección que deja conocimiento. No vivas como un extraño dentro de tu propio universo ni al ritmo de como otro te zarandee. No pierdas de vista que el único dueño eres tú. Reconoce que tienes poder.
Mientras caminas abraza cada momento y llénalo de intensidad, pasión y amor, y más que nada vive a toda capacidad.
Dice la cantante y empresaria Hayley Williams »a veces se necesita una buena caída para saber realmente cuál es su situación»’.
Olvidemos lo que necesitamos para ser felices, aceptemos y vivamos los procesos dolorosos y las dificultades, busquemos nuestra responsabilidad en eso que está ocurriendo y decidamos si seguir permitiendo o no que siga sucediendo. El éxito está en la actitud.
Solo tú puedes tomar el mando y de cómo te has de sentir en situaciones como esas. Tu actitud dirá si llorar o reír, si agradeces o te lamentas eso es parte de ser o no feliz.
Da sentido a la vida. La felicidad no es más que la habilidad de estar en paz ante cualquier evento que se presente, sin frustrarnos, sin lastimarnos ni perder la calma y sin dejar que el estado de ánimo ni sentimientos te afecten. La felicidad está en nuestro interior y fluirá solo si la dejas.
