Por Emiliano Pérez Espinosa
NUEVA YORK.- El 14 de julio del presente, se reiniciaran los trabajos del VIII congreso “Comandante Norge Botello”, en el cual, y según el calendario de actividades, los peledeistas tendremos la oportunidad y el derecho de elegir a nuevos presidentes de los Comités Intermedios, Provinciales, Municipales, de Circunscripción, de Seccionales, 100 o más miembros al Comité Central y 5 miembros para el Comité Político (uno debería ser del exterior) en marzo/abril del 2014.
Estoy convencido, que este evento político, es una excelente oportunidad para rediseñar el PLD del futuro, acorde de los nuevos tiempos de globalización y neoliberalismo internacional económico, político y social; y además, para hacerle una especie de transfusión de sangre nueva, de talentos, de dirigentes innovadores al instrumento político más avanzado con que cuenta el pueblo dominicano; y así remplazar a aquellos dirigentes que están fatigados, filosóficamente obsoletos o en desuso, y que en buen dominicano, aquellos que “Ni hacen, ni dejan que otros hagan” “Ni lavan, ni prestan la batea”, y lo peor de todo, en 8 años, “Ni dan, ni dicen donde hay”.
Por ejemplo, en el caso de la Seccional Estatal de Nueva York, el encargado de comunicaciones en 8 años esa vital área política no ha podido presentar ningún tipo de logro; no ha conformado la comisión de comunicaciones estatal; pero tampoco los comunicadores de Nueva York, ni saben, ni conocen quién es el encargado de comunicaciones del PLD en New York. Esto se ha traducido en que el PLD es un partido con una pobre presencia en los medios de comunicación en New York.
Por otro lado, el PLD en el Estado de Nueva York paga más de dos millones de pesos anuales por concepto de alquiler de locales, pero no se ha elaborado, ni se ha ejecutado ningún plan estatal del uso efectivo de ellos en coordinación con las seccionales de condado que siempre han estado dispuestas a trabajar para el beneficio de la comunidad criolla que tanto lo necesita; y así traducirlo en votos y ganar la plaza neoyorkina en el 2016.
Visto y analizados esos dos ejemplos, de los tantos que podríamos seguir citando en otras áreas vitales, somos de opinión que el VIII congreso es una excelente oportunidad para remplazar a esos dirigentes que por la razón que sea no han dado la talla política, ni administrativa. Y así también ejecutar un plan detallado del uso efectivo de los locales del PLD en el Estado de Nueva York, y la integración de la comunidad y sus instituciones al PLD. Además, conformar una verdadera comisión de comunicaciones como parte de una estrategia política para evitar otra derrota electoral en el 2016.
