POR JACK HARMONY
NEW YORK.- Mi nombre es Jacqueline Lizardo y mi historia comienza en República Dominicana siendo la hermana mayor de 10 hermanos.
Durante mi niñez y mi curiosidad por lo esotérico me llevaron a buscar grupos y escuelas donde pude desarrollar ese algo que yo siempre afirmo viene de muchas vidas pasadas, solo que recordarlas requiere tiempo, dedicación y de un trabajo de entrega incondicional.
Desde pequeña tuve sensaciones extrañas, algunos decían que tenía capacidad psíquica y sobre todo para trabajar con la magia de la naturaleza.
Eso me motivo a introducirme en estudios esotéricos, como una forma de buscar respuestas a todo lo que vivía en ese entonces, lo que complemente con estudios formales como lo es Wicca, Chamanismo, Feng-shui, iniciada en magnified Healing como sanadora holistica, cursos de Sanación energética a través del aura, alineación y balance de los chakras, numerología sagrada, reiki.
Pero donde yo más me consagre fue cuando incursione en el yoga un Puente a las dos religiones místicas (como el hinduismo y el budismo), luego me introduje de manera autodidacta en estudios sobre civilizaciones antiguas, runas, oráculos celtas y me volví aficionada a los temas ufológicos, siendo una fiel seguidora de todo lo místicos y esotérico y de todo lo que me integrara con la esencia divina del ser.
Hoy por hoy estoy pasando o viviendo de manera integrada una etapa la que considero mi gran despertar e iniciación con la vida, Dios, Universo infinito o destino, y se ha encargado de ayudar a soltar ataduras temores y dedicarme a lo que hoy le llamo mi misión de vida y el que considero mi camino, conociendo a personas muy especiales (nadie en mi vida está ahí sin una razón de ser).
Agradezco a los maestro en mi vida, pasados, del presente y a los que podrían llegar en el futuro, agradezco a la madre divina, mi madre naturaleza a Padre sol, Madre Luna bendita, agradezco a todos los seres visibles y no visibles que me están ayudando en mi trabajo espiritual y me enseñan su amor incondicional, llenando mi día a día de sabiduría ancestral atrayendo mis recuerdos pasados de sacerdotisa sanadora, agradezco al gran maestro del fuego y al gran espíritu, a ese maravilloso y divino maestro que todos somos, esa grandeza interior que todos poseemos llamada Dios o con lo que te sientas a gusto de reconocer.
Y agradezco a toda persona que se toma el tiempo para leerme y entrar en contacto con la magia divina que nos envuelve y nos llena de gran dicha y felicidad al reconocer que somos parte del todo, somos uno..!
Amen…Namaste Om Shanti Om. Paz Paz para todos.
