Embajador Roberto Saladín Selín se Despide del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos -OEA-

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Me he enriquecido de la sabiduría y experiencia de tantas mujeres y hombres que honran con sus posiciones a los países que ustedes aquí representan. Por otro lado, quiero darle también las más expresivas gracias al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, al Secretario General Adjunto, Albert Ramdin, como a todo el personal y funcionarios de esta Organización, el Departamento de Protocolo y los traductores de la misma por todo el apoyo que me brindaron a lo largo de mi gestión.
Me he enriquecido de la sabiduría y experiencia de tantas mujeres y hombres que honran con sus posiciones a los países que ustedes aquí representan. Por otro lado, quiero darle también las más expresivas gracias al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, al Secretario General Adjunto, Albert Ramdin, como a todo el personal y funcionarios de esta Organización, el Departamento de Protocolo y los traductores de la misma por todo el apoyo que me brindaron a lo largo de mi gestión.

Palabras Pronunciadas por el Embajador, Representante Permanente de la República Dominicana ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), S.E. Roberto B. Saladín Selín en la Sesión Ordinaria de Despedida del Consejo Permanente el 26 de Julio del 2013.

Salón Libertador Simón Bolívar

Washington, D.C.

Señor Presidente del Consejo Permanente

Señor Secretario General

Señor Secretario General Adjunto

Señores Embajadores, Representantes Permanentes

Señores Embajadores, Observadores Permanentes

Señoras y Señores

Es para mi un gran honor y privilegio comparecer por última vez ante este Consejo como Representante Permanente de la República Dominicana ante la Organización de los Estados Americanos (OEA). Ocasión esta en la que al recordar aquel miércoles 7 de septiembre del 2011 en el que hice uso de la palabra y al rememorar esa fecha y pasar balance a la rica experiencia que ha constituido el ejercicio de mis funciones ante esta Organización en representación del Gobierno Dominicano, tengo que dejar constancia de lo que ha sido una de las más ricas y gratas experiencias a lo largo de mi carrera pública porque este foro es una demostración viva y real del ejercicio al más alto nivel de la democracia, donde representantes de pueblos hermanos con una agenda común, basada en principios y valores que compartimos, independientemente del tamaño de nuestros paísesy diferencias hacemos uso de la palabra en pie de igualdad con todos y cada uno de los países miembros.

Esta enriquecedora experiencia me ha permitido, al igual que otros organismos multilaterales sometidos a la crítica pública, ponderar el dinamismo de las discusiones y diferencias que se ventilan en esta Organización y en este foro, donde a pesar de las crisis que se han enfrentado los 34 de 35 países miembros, permanecemos sentados en la mesa del dialogo. Mi país, la República Dominicana seguirá apoyando las iniciativas para mejorar la eficacia de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana para promover mecanismos de prevención de crisis y de esa forma evitar las que atenten contra el orden democrático y constitucional.

Si miramos hacia atrás cuando se adoptó la Carta de la OEA en 1948, hay que reconocer los progresos que ha hecho la región en materia de democracia, derechos humanos y libertades públicas, para garantizar a nuestros ciudadanos un futuro donde imperen el respeto a los derechos humanos, la paz y la prosperidad, en el marco de una más justa redistribución de la riqueza, reducción y abatimiento de los niveles de pobreza y exclusión que aún persisten en muchos de nuestros países. En ese sentido, para nuestra región, ahí están los desafíos relacionados como el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en el 2015 y más allá.

Sabemos que son muchos los retos que tiene esta Organización como órgano político de la región, especialmente en relación con temas vinculados a la seguridad, narcotráfico, lavado de activos, crimen transnacional, tráfico de armas, trata de personas y secuestros donde muchos de sus órganos y comisiones realizan un trabajo muchas veces no reconocido por el gran impacto que tienen en todos los países miembros. Dentro de ese marco, permítanme una breve reflexión relacionada con la gran relevancia e importancia que tiene el estudio ordenado por la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Cartagena de Indias, Colombia, en relación con el problema de las drogas en las Américas, mandato ese que fue cumplido por la Secretaría General de esta Organización al presentar a los Jefes de Estado y de Gobierno en el mes de mayo del presente año dos documentos que comprenden un “Estudio Analítico” y el documento “Escenarios para el Problema de las Drogas en las Américas 2013-2025” para que nuestros mandatarios puedan ponderar dichos Estudios y elegir en los foros a definir la carta de ruta a seguir. La “Declaración de Antigua-Guatemala sobre el problema mundial de las drogas en las Américas”, viene a reforzar los debates de la materia. Independientemente del curso de acción a seguir en relación con dicha Declaración, el Informe Analítico y el de Escenarios para el Problema de las Drogas en las Américas 2013-2025 definirán uno de los temas más candentes para la región: el de la seguridad para sus ciudadanos, donde ya, en alguno de nuestros países tenemos las tasas mas elevadas de crímenes en el mundo.

Por otro lado, como miembros de este Consejo Permanente, estamos conscientes de que muchas veces no se transparenta hacia fuera la montaña de trabajo que se realiza dentro de la OEA, entre otras áreas a citar, como la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticas (CAJP), la Comisión de Seguridad Hemisférica (CSH), la Comisión de Asuntos Administrativos y Presupuestarios (CAAP), el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), la Comisión Especial de Asuntos Migratorios (CEAM), la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), la Comisión Interamericana de Puertos (CIP), la Comisión Interamericana para el Control de Abuso de Drogas (CICAD), el Comité Interamericano Contra el Terrorismo (CICTE), Mecanismos de Seguimiento a las Convenciones Interamericanas, el Grupo de Amigos de Haití de la OEA, las Becas de Posgrado para el desarrollo profesional la Organización y el Fondo Panamericano Leo S. Rowe. Todos los cuales agotan un plan de trabajo impresionante sin que muchas veces se extrapole hasta afuera esa montaña de trabajo que realizan independientemente también de las reuniones ministeriales que coordina y auspicia la OEA. No puedo dejar de mencionar por las implicaciones que tiene el cambio climático para América Latina y el Caribe y como afectan a la región los desastres y tragedias humanitarias el importante trabajo que realiza el Departamento de Desarrollo Sostenible de esta Organización en diferentes áreas y muy especialmente en relación con el tema “agua” y la relevancia de los estudios que ha realizado sobre los acuíferos transfronterizos.

Señor Presidente del Consejo, queridas embajadoras y embajadores, al despedirme en esta sesión de este Honorable Consejo, después de una carrera de servidor público que se inició en 1956, permítanme decirles que una de las experiencias más enriquecedoras de esta extensa carrera pública con breves intervalos en los medios de comunicación, ha sido para mi una fuente de inspiración para ratificarme en mi convicción de lo que representan los valores de una sociedad democrática y la importancia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. En este foro cada día, con las diferencias de opiniones que se expresan y de posiciones que se asumen se construyen día a día en la fabrica de la democracia los consensos que se requieren para la estabilidad y la paz en nuestra región, gracias a Dios, una de las regiones con menos conflictos y conflagraciones a nivel mundial si se la compara con el África, el Asia o el Medio Oriente. Me he enriquecido de la sabiduría y experiencia de tantas mujeres y hombres que honran con sus posiciones a los países que ustedes aquí representan. Por otro lado, quiero darle también las más expresivas gracias al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, al Secretario General Adjunto, Albert Ramdin, como a todo el personal y funcionarios de esta Organización, el Departamento de Protocolo y los traductores de la misma por todo el apoyo que me brindaron a lo largo de mi gestión.

Deseo aprovechar asimismo esta despedida para darle las más expresivas gracias a todos los gobiernos de la República Dominicana que depositaron en mí su confianza para honrarme con los elevados cargos que he desempeñado en mi carrera pública habiendo puesto con humildad mis mejores capacidades al servicio de nuestra nación, defendiendo siempre los más altos intereses y la imagen de la misma en todos y cada uno de los escenarios que me han tocado servirle a las dominicanas y dominicanos, dentro y fuera del país.

Quiero y por otra parte dejar constancia del profundo agradecimiento de quien les habla como de mi esposa, Señora Bertha N. de Saladín al personal de la Misión Permanente de la República Dominicana ante esta Organización de los Estados Americanos (OEA) por la responsabilidad, dinamismo y vocación de servicio con que me acompañaron desde que asumí las funciones de Embajador, Representante Permanente ante esta Organización, dejando constancia para cada una de ellas y de ellos que siempre conservaré el más grato de los recuerdos de su colaboración. Igualmente, un voto de reconocimiento y gratitud al Señor Presidente Danilo Medina Sánchez por el apoyo y la confianza que depositó en mi persona en la última etapa de mi carrera en el servicio público. Asimismo, deseo extender mis más sinceras gracias al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana en la persona del Señor Canciller, Ingeniero Carlos Morales Troncoso y al personal del mismo por el apoyo que me brindaron a lo largo de mi gestión.

Finalmente,  permítanme compartir con ustedes una breve reflexión. Hace dos mil años que los griegos afirmaban que lo único permanente es el cambio, hago votos por que esta Organización siempre conserve la capacidad de seguir asimilando los cambios que se están dando en el mundo y en nuestra región. Haciendo votos por que siempre conserve su vocación de preservar la democracia, la paz, y la estabilidad en América Latina y el Caribe.

¡Muchas Gracias!