COLOMBIA.- Aunque Carlos Vives siempre ha sido considerado uno de los artistas que más han ayudado a exportar la música nacional al resto del mundo, abriendo posteriormente el camino a exitosos compatriotas como Shakira o Juanes, el artista reconoce que su vocación profesional surgió inicialmente como resultado de su profundo deseo de reinventarse como artista y, ante todo, de poner fin a la etapa inicial en la que solo era conocido como galán televisivo y actor de telenovelas.
«Cuando empecé a meterme con la música, me costó encontrar la estética de lo humilde, fue muy complicado por mi experiencia de haber trabajado en televisión y en publicidad. Tengo un disco que se llama ‘La tierra del olvido’ porque fue un momento de mi vida en el que sentía que estaba huyendo del pasado, de todo lo que había sido, porque quería dejar el pasado atrás», admitió el cantautor al diario argentino La Nación, con motivo del esperado concierto que ofrecerá en Córdoba el jueves para presentar su nuevo disco ‘Corazón profundo’.
No obstante, Carlos Vives no tiene reparos en confesar ahora que ha logrado reconciliarse definitivamente con su pasado, hasta el punto de que en la actualidad valora positivamente cómo sus primeros trabajos interpretativos le ayudaron a debutar en la industria musical en una situación claramente ventajosa.
«Un día empecé a mirar hacia atrás y a buscar aquellas cosas de mí que había olvidado, como cantar de la forma en que antes me dirigía al público. Fue como volver a las raíces, donde te das cuenta de que tus primeros discos están llenos de baladas porque en el fondo yo era una estrella de las telenovelas», reflexionó el artista.
Cumplidos ya casi 30 años de carrera artística, Vives también analiza abiertamente aquellos factores que han contribuido a forjar su reconocible estilo musical, que ha sido capaz de adaptar algunos de los ritmos más tradicionales de Colombia con los sonidos del rock y del pop que se necesitan para atraer a un público heterogéneo.
A pesar de que su más reciente trabajo discográfico constituye el final de un silencio musical de ocho años –durante el que Vives se replanteó su relación con la industria–, el artista se siente satisfecho por haber sacudido la escena sonora con una propuesta musical tan «experimental».
«Desde bien temprano sabía que no podía hacer folclore al uso porque yo era parte de una industria mediática y había trabajado en televisión. Cuando decidí fusionar la cumbia y el vallenato con las nuevas tendencias del pop y el rock, entendí que había que ofrecer al panorama musical un sonido moderno que emergiera de nuestras tradiciones. Queríamos hacer de la música tradicional algo que fuera muy popular. Fuimos muy descarados, porque normalmente en la industria tradicional no se experimenta, y nosotros [refiriéndose a sus colaboradores] experimentamos todo el tiempo», añadió Carlos Vives.
