POR JUAN CRUZ TRIFFOLIO
Sociólogo – Comunicador
SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Este lunes 19 de agosto ha sido señalado por las autoridades educativas como la fecha de inicio del año escolar en todos los plantes de la República Dominicana.
Luego de unas merecidas vacaciones, está previsto que los auténticos estudiantes del país empiecen a recibir el denominado pan de la enseñanza.
El recién estrenado ministro de educación hace ingentes esfuerzos y persiste en que mañana es el día en que padres, maestros y alumnos deben asumir su responsabilidad de iniciar un año escolar productivo.
De acuerdo a lo manifestado a través de distintos medios audiovisuales de comunicación diversas escuelas han sido sometidas a un valioso proceso de remozamiento en procura de que el orden físico y ambiental no se registren los tradicionales inconvenientes en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Hasta ahí, todo bien y por tanto, vale un reconocimiento..!!
Donde “puerca retuerce el rabo”, tal como expresan nuestros sabios pobladores del campo dominicano, es cuando escuchamos decir que, en ánimo de producirse una masiva asistencia puntual de alumnos y profesores a los planteles, tal como debe ser, en un significativo número de centros educativos, sus directivos tuvieron que dejar, precisamente para el día de inicio de la docencia, la inscripción oficial del estudiantado.
La verdad que tal estratagema, en caso cierto, representaría una mayúscula irresponsabilidad tanto de los progenitores de los educandos y de quienes conforman nuestro Ministerio de Educación, empezando por su máximo representante hasta llegar a los directores y educadores en las escuelas públicas del país.
Otra razón de mayor peso y trascendencia ha de ser el elemento motivador eficaz para que los padres y educadores hagan consciencia del valor que envuelve el no desperdiciar el tiempo en el área de educativa, ejercicio colectivo de capital importancia para alcanzar la liberación del ser humano y posibilitar el verdadero desarrollo de la sociedad dominicana.
Todos estamos llamados a interiorizar en nuestros estudiantes que la escuela no es el recipiente de seres reprimidos, quienes por obligación están compelidos a ingresar a sus aulas a bostezar, escuchando el mensaje edificante de sus maestros, protagonizando constantemente catarsis de resabios y acciones violentas que no pueden escenificar en el seno de su modesto hogar.
Es tiempo de que nuestros educandos observen en su centro educativo la posibilidad de crecer y desarrollarse espontánea y positivamente bajo la sabia orientación de abnegados maestros, a quienes siempre han de agradecer por su sacrificio, admirar, por su entrega y respetar, por su vocación de servicio.
Educar es liberar.
Aprender es crecer.
Conocer es poder.
A la clase que ya es hora..!!
No por represión….. sólo por deber..!!
