SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, RD.- La Iglesia Católica critica que para muchos dirigentes políticos, particularmente del partido de gobierno, la campaña electoral no ha terminado, que las páginas del calendario se estancaron y que el 20 de mayo de 2012 no ha pasado para ellos.
Fijan la posición, en el editorial titulado “Sigue la fiesta” de la última tirada del semanario Camino que está circulando en toda la nación.
Los religiosos apuntan, que creer que el país sigue en campaña política es una falsa visión que podría explicar “el proselitismo desbordado que estamos presenciando”. Lamentan, que el pueblo no ha tenido un respiro, lo que se esperaba para estos días navideños, porque las ambiciones de poder están a borbotones.
Agregan, que aunque esos políticos enarbolen la bandera del sacrificio por el pueblo, “quedan pocos dominicanos que crean ese postulado, porque los tropezones del camino les han hecho levantar los pies, mientras crece la conciencia ciudadana”.
Deploran “que funcionarios del tren gubernamental hayan manifestado sus aspiraciones presidenciales a destiempo, porque descuidan sus obligaciones, para las cuales les pagamos a través de los impuestos”.
Indican, que con esas pretensiones extemporáneas, esos funcionarios “van debilitando la dinámica de trabajo que ha querido impulsar la presente gestión gubernamental, porque no se puede servir a dos señores”.
Afirman, “estemos claros, que este proselitismo desbordado es una bofetada a una población que espera que se resuelvan los graves problemas que nos afectan”.
Consideran, que eso es un desprecio a la institucionalidad, “a la vez que secuestra los anhelos de tantos dominicanos que procuran cada día labrarse un mañana mejor dentro del sistema democrático que decimos defender”.
Explican, que mientras la acción partidaria siga siendo en el país un trampolín para saltar a la fortuna y a la fama, “estaremos en presencia de una farsa, de una fiesta que sólo disfrutan los dirigentes de los partidos, mientras el pueblo es un simple espectador a quien se le impide participar”, concluye la jerarquía católica santiaguera.
