SANTO DOMNGO DE GUZMAN, RD.- El Diputado Pelegrin Castillo advirtió que el hecho de que Haití reconozca derechos soberanos de República Dominicana en materia de nacionalidad y migración, nunca debe constituir un motivo de celebración.
El Diputado de Fuerza Nacional Progresista por el Distrito Nacional, enfatizó que el verdadero logro de la política exterior del país se alcanzará cuando Haití admita su obligación inexcusable de reconocer y documentar a sus ciudadanos y sus descendientes, como lo debe hacer todo Estado responsable, obligación que por demás está consignada en el Acuerdo de Washington del 1938 y su modus operandi.
Así mismo, Castillo afirmó que República Dominicana debe reclamar de Haití y de la Minustah un control efectivo de la frontera que evite o reduzca los flujos migratorios ilegales hacia República Dominicana.
“La República Dominicana debe colocar esas metas dentro de sus prioridades en la agenda con Haití, y demandar de la comunidad internacional su concurso para que el Estado vecino esté en condiciones de cumplir efectivamente con esas obligaciones”, indicó Castillo.
Castillo explicó que las burdas campañas de mentiras y mistificaciones, acusando a República Dominicana de desnacionalizar y fomentar apatridia, en realidad tiene su origen en el hecho primario y desestabilizador provocado por la crisis estructural que desde hace décadas afecta a Haití, que expulsa masivamente su población, que además se encuentra desprovista de documentos de identidad y nacionalidad.
“Esta controversia no existiría si Haití no acusara las limitaciones y disfuncionalidades que todos conocen. Esa es la raíz de todos estos problemas, y por tanto, la verdadera solución pasa por garantizar la estabilidad y la reconstrucción de las bases nacionales del Estado haitiano”, puntualizó el Diputado Castillo.
Finalmente, el legislador de la Fuerza Nacional Progresista exhortó a la unidad nacional en defensa del fallo 168 del Tribunal Constitucional, recordando que las injerencias foráneas son propiciadas por la labor de zapa de una facción antinacional financiada desde el exterior.
