Franklin Reynoso a Adriano Román: «Los muchachos míos se van a lamber al tal Jordi»

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Jordi Veras y su padre irrumpieron en lágrimas tras ver y escuchar pruebas presentadas hoy
Jordi Veras y su padre irrumpieron en lágrimas tras ver y escuchar pruebas presentadas ho.y

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, RD.- El Ministerio Público presentó hoy más de 30 pruebas materiales contra los acusados del atentado criminal contra el abogado y comunicador Jordi Veras, entre las que figura una conversación a través de un teléfono móvil entre Franklin Reynoso y Adriano Román.

En la conversación se escucha cuando Reynoso le dice a Román que necesitaba el dinero prometido para pagar a los sicarios que eliminaría físicamente a Jordi Veras.

«Los muchachos necesitan el dinero, no quiero tener problemas con esas personas, que me secuestran un familiar», dijo Reynoso en la conversación.

Reynoso también dice: «Los muchachos míos se van a lamber al tal Jordi», «Yo lo que sé es que ellos van a resolver no solo con él (Jordi)».

Dr. Negro Veras mientras lloraba al oír la grabación de una convesarción entre el sicario y el autor intelectual de la agresión a su hijo Jordi.
Dr. Negro Veras mientras lloraba al oír la grabación de una convesarción de cómo planificaron la agresión a su hijo Jordi.

Entre las pruebas presentadas figuran una motocicleta Zuzuki negra, un abrigo gris con pasamontañas, un gorro gris, una gorra azul, un suéter azul, y un dispositivo electrónico con la grabación de una conversación entre Adriano Román y Franklin Reynoso.

Además un teléfono Motorola ocupado a Roberto Zabala Espinosa, una tarjeta de presentación, un CD con una grabación de una de las cámaras de seguridad del canal 25, otro teléfono celular ocupado a Candy Caminero, y una pistola calibre 9 milímetro.

También calendarios, recortes de periódicos, dos libretas en una de las cuales estaba escrito el nombre de Candy Caminero.

Tras la presentación de las pruebas, uno de los abogados de la defensa pidió al tribunal la inadmisibilidad del dispositivo electrónico porque supuestamente la conversación grabada habría sido obtenida sin la autorización de un juez.

Sin embargo, el Primer Tribunal Colegiado aceptó la grabación como prueba alegando que ya una juez de la instrucción había incorporado el dispositivo en el expediente.