Por José Díaz
Director Periódico Panorama Latin News
PENSYLVANIA.- El sábado 4 de octubre murió en Puerto Príncipe, Haití, el ex-dictador Jean-Claude Duvalier (Baby Doc), hijo de François Duvalier (Papa Doc), uno de los tiranos más déspota y criminal de la historia reciente.
Papa Doc y su vecino dominicano, el también tirano, Rafael Leónidas Trujillo, firmaron el 22 de diciembre de 1958 un acuerdo de mutua protección.
El acuerdo establecía entre otras cosas que ninguno de los dos gobiernos permitiría en sus respectivos territorios actividades subversivas en su contra, ni que los exiliados políticos realizaran propaganda sistemática incitando al empleo de la violencia en contra de sus Estados. Como se ve en nada se mencionaba algo en bien de uno o los dos pueblos, era solo la protección de ellos dos y su regímenes criminales.
Se calcula que bajo el régimen de Papa Doc fueron más de 30.000 las personas asesinadas, se dice que el gobierno de Trujillo fue el responsable de la muerte de más de 50.000 personas.
Baby Doc, durante su gobierno, mantuvo la corrupción galopante y la brutal represión hacia cualquier tipo de disidencia. En 1980 se casó con Michèle Bennett, una mujer cuyo diario vivir caminaba paralelo al despilfarro.
La boda de Duvalier y Bennett costó unos US$5 millones y en Haití la mayoría de la gente no tiene ni qué comer.
Aquí hemos publicado fotos de gente haciendo galletas con la cal que raspan de las paredes.
Papa Doc fue desenterrado el 7 de febrero de 1986 por la muchedumbre y sus restos azotados brutalmente por el gentío enfurecido, fue el día que derrocaron a su hijo. Rafael Leónidas Trujillo fue ajusticiado el 30 de mayo de 1961.
Baby Doc murió enfermo pero en libertad, se trató por varios métodos de llevarlo a la justicia pero encontró la protección de los que siempre se prestan para la defensa de los corruptos, asesinos y tiranos, a la final no se sabe ni cuál es peor, Baby Doc, se llevó sus crímenes y ese es un equipaje muy grande y pesado que seguramente no le permitirá descansar en paz y me atrevo a decirlo.
