SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- El ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, reconoció hoy en San Pedro de Macorís que nadie está conforme con los resultados de la escuela dominicana en términos de formación de los estudiantes, por lo que consideró que debe ser transformada, para hacerla más dinámica y preparada.
«La formación y dignificación del personal docente es una prioridad en los planes y programas del Ministerio de Educación, que está introduciendo importantes cambios en la escuela dominicana», dijo el ministro, dijo durante la inauguración del Primer Congreso Nacional de Organismos de Participación de la Familia.
«Vamos a avanzar, estamos avanzando en esa educación de calidad que todos queremos», proclamó frente a representantes de las Asociaciones de Padres, Madres y Amigos de la Escuela de todo el país.
«Estamos transformando la escuela para transformar a nuestros niños en ciudadanos bien formados, críticos y conscientes, pero eso se logra con una educación de calidad», apuntó.
Reiteró su llamado a los padres y madres a que se integren a la escuela, a que vigilen el tiño de educación que reciben sus hijos e hijas, porque ellos son parte fundamental del proceso que se vive actualmente.
Según datos de la Dirección de Participación Comunitaria, en el país hay más de 6,000 asociaciones de padres, madres y amigos de la escuela y alrededor de 71,000 comités de curso.
El ministro de Educación destacó que en las evaluaciones que se hacen con otros países, la República Dominicana no queda bien parada en materias tan fundamentales como Ciencias, Lengua Española, Lectoescritura y Matemáticas, en las que «siempre quedamos en los últimos lugares».
Amarante Baret subrayó que como parte de los cambios que se experimentan en la escuela dominicana está la revisión del actual currículo, «lo cual nos llevará a utilizar nuevos libros de texto para la formación de nuestros estudiantes, y para tener profesores y mejor formados, un profesor y una profesora del siglo XXI».
Apuntó que los cambios en la educación no deben producirse sólo para lograr mejores lugares en los rankings, sino para asegurar el futuro de los estudiantes que acuden a clase.
«También estamos preocupados por la formación de nuestros maestros, necesitamos un personal docente del siglo XXI, porque ya un docente del siglo XX está desfasado», señaló.
En este sentido el ministro dijo que a las autoridades educativas también le preocupa que las escuelas de Humanidades gradúen a mejores profesionales, para que, a su vez, formen a mejores ciudadanos.
Por otra parte, destacó el impulso que ha tenido la participación de los padres y madres hacia la escuela, con la formación de asociaciones en numerosos centros, «y siento que en esta administración la participación de las asociaciones de padres y madres se ha fortalecido».
Afirmó, además, que no se puede vivir de espaldas a la escuela, y criticó que, en ocasiones, cuando un estudiante reprueba el año escolar y sus padres no dieron seguimiento a su formación reclaman violentamente ante centros educativos.
La escuela está experimentando «importantes cambios por la conciencia del presidente, Danilo Medina, de que sin una buena educación y sin una buena formación, el país no tendrá buenos profesionales para enfrentar el futuro», añadió.
