EE.UU. y Cuba retoman el diálogo de migración sin abandonar viejas tensiones

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Cuba valoró el "clima relajado" en el que se desarrolló el diálogo y se mostró dispuesta a continuar el diálogo en futuros encuentros, dada "su importancia para los dos países".
Cuba valoró el «clima relajado» en el que se desarrolló el diálogo y se mostró dispuesta a continuar el diálogo en futuros encuentros, dada «su importancia para los dos países».

WASHINGTON.- EE.UU. y Cuba retomaron hoy un diálogo migratorio que estaba estancado desde enero de 2011 sin abandonar las mismas tensiones que dificultaron entonces la conversación, pero dejando de lado un nuevo roce, el generado por la retención en Panamá de un barco norcoreano cargado con armamento cubano.

Las delegaciones de Estados Unidos y Cuba reunidas en Washington continuaron sin avances concretos la conversación que quedó congelada, sin motivo oficial, tras un encuentro que tuvo lugar hace dos años y medio en La Habana.

Como en esa ocasión, el Gobierno de Barack Obama volvió a pedir hoy la liberación «inmediata» del contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado en la isla desde 2009, y Cuba exigió que su vecino del norte derogue la Ley de Ajuste Cubano y la política «de pies secos-pies mojados».

Al margen del encuentro quedó un nuevo punto de fricción, el desatado por el caso del barco norcoreano, dado que Estados Unidos considera que son asuntos «separados» y prefiere tratarlo con Cuba en otra conversación, «muy pronto», según indicó hoy a los periodistas una portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.

La reunión fue descrita en términos positivos por ambas delegaciones, encabezadas por el subsecretario de Estado adjunto de EE.UU. para Latinoamérica en funciones, Alex Lee; y la directora para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal.

No obstante, Estados Unidos no dudó en plantear el caso de Gross, condenado a 15 años de cárcel por «acciones contra la integridad territorial del Estado», y cuya condena, considerada injusta por Washington, ha impedido el avance en los últimos años de los intentos de deshielo entre ambos países.

La delegación cubana, por su parte, reiteró su idea de que «el contrabando de emigrantes no podrá eliminarse ni se podrá alcanzar una emigración legal, segura y ordenada entre los dos países, mientras se mantengan la política de pies secos-pies mojados y la Ley de Ajuste Cubano», según una declaración emitida tras la cita.

Esa ley, vigente desde 1966, y la política de «pie seco/pie mojado» establecen que los cubanos que llegan a suelo estadounidense pueden quedarse, mientras que los interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, son devueltos a Cuba.

Por lo demás, Cuba valoró el «clima relajado» en el que se desarrolló el diálogo y se mostró dispuesta a continuar el diálogo en futuros encuentros, dada «su importancia para los dos países».

El diálogo migratorio es uno de los intercambios políticos más importantes que sostienen ambos países, sin relaciones diplomáticas desde 1962.

Cuando se detuvieron en 2011, las conversaciones se encontraban ya en su cuarta ronda, después de haberse reanudado en julio de 2009 tras una suspensión de casi cinco años.

Según Estados Unidos, esas negociaciones han permitido hasta ahora identificar «áreas de cooperación exitosa», como «avances en seguridad de la aviación y el procesamiento de visados», tal y como indicó Harf al concluir la reunión.

Pero quedan «acciones por tomar» para asegurar que se cumplen los acuerdos migratorios bilaterales de 1994 y 1995, como las relativas a «la salvaguarda de las vidas» de los migrantes, agregó.

Cuba, por su parte, informó a EE.UU. «sobre la actualización de los procedimientos migratorios cubanos» y la ratificación de dos protocolos de la ONU relativos al tráfico ilegal de migrantes y la trata de personas, según la declaración de la parte cubana.

Según el presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter, el tono de las conversaciones «parece más positivo hoy que hace dos años», pero «sería un error subestimar los obstáculos que siguen impidiendo un diálogo productivo» sobre migración.

«Subsisten asuntos contenciosos como el caso de Alan Gross y el de «Los Cinco» (cubanos, de los que cuatro cumplen condena por espionaje en Florida), así que cualquier acuerdo representará sólo pasos modestos y cautos», dijo a Efe Shifter.

El experto prevé que, a medio plazo, puedan producirse cambios como un «permiso para que los cubanoamericanos se queden más tiempo en la isla» o para que el jefe de la sección de intereses de EE.UU. en La Habana pueda moverse «más libremente» por Cuba.

Aunque hoy quedó fuera del diálogo, a Shifter no le sorprendería si el incidente del barco norcoreano «crea aún más dificultades» a estas negociaciones, que sumadas a las del mes pasado sobre el correo postal directo, conforman un tenue acercamiento bilateral.

Fuentes del Departamento de Estado dijeron hoy a EE.UU. esperará a tener algo más avanzado el proceso de inspección del barco, en el que cooperará con Panamá, antes de conversar con Cuba sobre el asunto.