Al cumplir los 70 y observando a Delio

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Delio Gómez Ochoa
Narciso Isa Conde

Por NARCISO ISA CONDE

Me siente joven de “cuerpo y alma”, orgulloso de mi existencia y muy alegre por el porvenir que se vislumbra a luz de esta nueva primera nacional-popular que brota en pleno infierno, con la vanguardia joven al frente.

Una hermosa rebeldía, una linda irreverencia juvenil toma las calles, anunciando la indignación generalizada de las capas medias maltratas y del pueblo-pueblo empobrecido… camino a tomar el cielo por asalto.

Pienso en lo que he sido, en lo mucho que he amado y luchado desde mi niñez y en los lustros que me quedan por vivir, si no es que antes un azar indeseado interrumpe mis pasos por la promisoria vía nacional e internacional pendiente de transitar.

Pienso en el buen ejemplo de mis antepasados, en las enseñanzas de mi padre, de mi madre, de mis tíos y tías…, que siempre me convoca a aferrarme al decoro y a la honestidad.

Pienso en el devenir feliz con mi amada familia, en mis futuros quehaceres revolucionarios junto a mis camaradas y a mi pueblo, en mi indeclinable y sublime militancia por la emancipación integral de los seres humanos y la Madre Tierra.

Aprecio en grande el cariño y el respecto ganado por mi persistencia en la ruta de la justicia, la libertad y la solidaridad humana.

Recuerdo junio del 59, la juventud intrépida de los 60, el glorioso abril del 65, el duro batallar durante los doce años, el abril cimarrón del 84… prisiones, persecuciones, exilio, amenazas de muertes. Luchas, muchas luchas…hasta hoy en día.

Delio Gómez Ochoa

Tengo muy presente lo que puedo seguir aportando desde una valiosa experiencia acumulada, constantemente renovada; asumiendo sin grilletes dogmáticos un pensamiento socialista-comunista apropiado para este siglo XXI, enriquecido a lo largo de las últimas décadas… después de vividas, sufridas y examinadas las vicisitudes y los alcances limitados y frágiles de los procesos revolucionarios de orientación socialistas que atropellaron las portentosas ideas de Carlos Marx, se burocratizaron y colapsaron.

Tengo muy en cuenta, para reafirmar mis convicciones, la perversa evolución del capitalismo que denomina al mundo actual y la imperiosa necesidad de abolirlo y sembrar socialismo.

Aprecio infinitamente mi capacidad de amar de múltiples maneras y con entera lealtad.

Soy un revolucionario, a quien como decía Orlando, parodiando a Terencio, “nada humano le es ajeno”.

Por el cariño y el amor que recibo, soy un ser humano feliz y alegre, con una dulce tranquilidad de conciencia; aunque con permanente inquietudes, preocupaciones y rebeldías.

Ese es mi único patrimonio trascendente y lucharé hasta que se agoten mis energías por preservarlo y acrecentarlo.

· Perversidad sobre la perversidad:

Lo digo ahora no por los 70 próximos a cumplir, todavía en plena facultades humanas, sino por lo desgarrador que ha sido para mí y para casi toda la sociedad dominicana, ver y escuchar el triste y despreciable papel del querido comandante Delio Gómez Ochoa al lado de Leonel Fernández, alabándolo como un dios y satanizando la verdad y la demanda de justicia en su contra; mientras la juventud y el pueblo claman condena contra el nuevo dictadorzuelo y el régimen oprobioso que encabezó.

Creo sinceramente que en ese caso se ha hecho un uso perverso de sus pérdidas de facultades mentales, aunque es difícil probar cuanto de invalidez facilitó esa deshonrosa presentación evidentemente manipulada; colocándole, por demás, en el fondo de su escenario el cartel TRIUNFAREMOS de la revolución de abril, empleado para fines muy nobles por el Partido Comunista Dominicano-PCD a lo largo de sus luchas políticos-militares.

De todas maneras me vino a la mente –salvada la diferencia- cuando al profesor Bosch, esos mismos personajillos y entre ellos Leonel Fernández le levantaron el brazo junto al de Balaguer, con el asesino general Pérez y Pérez y otros personeros del crimen detrás, ya Juan Bosch en el ocaso de su salud física-mental.

En aquel nefasto paso dado por el PLD, en abierto contubernio con la escoria balaguerista, hubo bastante de maquinación perversa de quienes ya habían traicionado los ideales de su maestro; aun disfrutando de su juventud o de su primera madurez, lo que es mucho más deleznable.

Y en el indignante teatro montado por Leonel y una pandillita de renegados y traidores a los ideales revolucionarios -entre ellos el ex-pecedeísta Omar Ventura- posiblemente hubo mucho más que eso para ensuciar al envejecido comandante Gómez Ochoa, sin lograr salvar al Ladronelazo de la pena mayor.

¡Cuánta pena y vergüenza ajena da ver terminar una larga trayectoria de dignidad de esa fea manera!

Guardando distancia y reconociendo los límites de mis aportes, proyecté esa posibilidad en mi persona y decidí “vacunarme” a tiempo contra ese cuadro desmoralizante, proponiéndome ayudar al máximo para que el reino de la perversidad que lo alimenta concluya antes de que se quemen mis neuronas; y, en su defecto, comprometiéndome a hacer conciencia respecto al inicio de la decadencia física que le sirve de caldo de cultivo a esos dislates, para que tan pronto asome el desgaste tomar la decisión de retirarme de la vida pública antes de que el mal se entronice en mi cabeza.

Esto, acompañado de la recomendación a mis seres queridos: que cuando yo de señales de inconsistencia e incoherencia mental –si ese fuere el curso de mi envejecimiento, y si yo no lo hago- me saquen de circulación, me tapen la boca y no permitan que ninguna alimaña intente manipular mi ancianidad.

Y si acaso esa vigilancia y ese control se perdiera y ustedes me ven hacer o decir cosas no acordes con mis convicciones y actitudes de toda una vida, tengan la seguridad de que ese ya no sería yo, que no estaría en mis cabales.

Entonces le rogaría a la madre naturaleza que mi corazón deje de latir.