BRUSELAS.- La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pidió a la OTAN y a Rusia que presionen a Corea del Norte para que renuncie a disparar un cohete que los occidentales y parte de la comunidad internacional creen que es un misil balísitico.
“Estados Unidos está profundamente preocupado por el reciente anuncio por parte de Corea del Norte de que llevará a cabo un disparo de cohete”, declaró Clinton durante una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN y de Rusia en Bruselas, según una transcripción realizada por un responsable estadounidense.
“Exhortamos a todos aquellos que están aquí a llamar públicamente a Corea del Norte a respetar sus obligaciones en virtud (de las decisiones) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, añadió.
Pyongyang anunció el sábado que lanzará al espacio entre el 10 y el 22 de diciembre un satélite de observación terrestre mediante un cohete.
Estados Unidos y sus aliados clave en Asia, Corea del Sur y Japón, condenaron con firmeza el anuncio del régimen comunista en Pyongyang, sobre el que ya pesan varias sanciones internacionales debido a dos ensayos nucleares, en el 2006 y el 2009.
Por su parte, Pekín instó el martes al régimen norcoreano a actuar con “prudencia”, después de que Pyongyang anunciara que ya ha colocado en la plataforma de lanzamiento la segunda etapa del cohete que planea lanzar este mismo mes.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hong Lei, reiteró en una rueda de prensa que Pekín espera que, dada la situación actual y las recomendaciones del Consejo de Seguridad de la ONU, Pyongyang “actúe prudentemente, en beneficio de la paz y la estabilidad de la península”.
Hong eludió contestar si China se sumaría a unas posibles sanciones por parte de la comunidad internacional si Corea del Norte lanza el cohete, tal y como promueve, sobre todo, Estados Unidos.
El portavoz dijo que China ha mantenido contactos con Seúl, Washington, Moscú y Tokio (integrantes, junto a Pekín y Pyongyang, del diálogo nuclear a seis bandas en el que Corea del Norte se niega a participar desde el 2007), pero no quiso responder acerca de si disponía de “información privilegiada” de los planes de su vecino norcoreano.
Tras un fallido intento en abril, el régimen de Kim Jong-un anunció el sábado que planea un segundo lanzamiento este mes, un plan que ha suscitado la alerta entre sus vecinos asiáticos, especialmente Corea del Sur, país con el que se encuentra en guerra técnica ante la ausencia de tratado de paz del conflicto que los enfrentó entre 1950 y 1953.