Acusan a la Policía de infiltrar provocadores en la protesta contra Peña Nieto

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Enrique Peña Nieto Presidente de México

Los activistas mexicanos que participaron en las protestas convocadas el día de la investidura de Peña Nieto acusan la Policía de usar agentes infiltrados como provocadores para orquestar actos de vandalismo y sabotaje.

Enrique Peña Nieto
Presidente de México

CIUDAD MEXICO.- Los representantes del movimiento YoSoy132 afirman que es una vieja táctica destinada a mostrar que el movimiento es violento y afirma que la marcha de 1 de diciembre fue concebida como una protesta pacífica contra la investidura de Enrique Peña Nieto.

Entre sus demandas figuran la puesta en libertad de los manifestantes detenidos, así como el esclarecimiento de la participación de provocadores en la protesta y de las personas que, supuestamente, están detrás de ellos.

Indignados por las detenciones practicadas en la protesta del 1 de diciembre, los miembros de YoSoy132 han convocado para el viernes 7 de diciembre una Asamblea Nacional centrada en los manifestantes encarcelados, a quienes llaman “presos políticos”.

Según el diario ‘Reforma’, los provocadores que participaron en la violenta protesta de 1 de diciembre planeaban sus ataques mediante redes sociales al menos dos semanas antes de la investidura de Enrique Peña Nieto y cada uno de ellos recibió 300 pesos por efectuar actos de vandalismo.

El editor ejecutivo del periódico ‘Regeneración’, Jesús Ramírez Cuevas, opina que las provocaciones en la protesta tienen dos objetivos: primero el de «provocar una situación de violencia» en México D.F., donde el PRI es minoría, «y así intervenir en vida de seguridad de la ciudad»; y en segundo lugar lanzar «un mensaje a los habitantes de la ciudad de que el gobierno no va a permitir ningún tipo de violencia».

«Tales organizaciones como Reporteros sin Fronteras o Amnistía Internacional muestran su preocupación [por los derechos humanos] porque se desdeñan las denuncias. En este caso se presume que la mitad de los detetnidos durante las protestas de 1 de deciembre era gente inocente», opina el editor, recalcando que «si no resarce este error, estamos entre una violación practicamente sistemática de los derechos humanos».