SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Contrario a lo que se pueda pensar de los hombres y mujeres electos para hacer las leyes, un grupo de diputados pidió al jefe de la Policía Nacional «ajusticiar» y «dar para abajo» a los delincuentes, para enfrentar la creciente ola de hechos violentos que afecta a la sociedad y, sobre todo, aplicar siempre «mano dura».
Increíblemente, el mayor general José Armando Polanco Gómez mostró más comedimiento que varios diputados sobre los «métodos» que se deben implementar para combatir la criminalidad.
Por ejemplo, el diputado Héctor Félix, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), recomendó al jefe policial: «Cuando ustedes vayan a darle pa’ abajo a un delincuente no se dejen ver de los medios de comunicación».
Tras alabar la gestión y, a la vez quejarse de que en su natal municipio de San Luis «todos saben quiénes son los delincuentes y la Policía no actúa», el diputado Alfredo Martínez del PLD expresó su «molestia» con Polanco Gómez porque no fue ajusticiado «Bacanay» uno de los agresores de la ingeniera Francina Hungría.
Luisín Jiménez del BIS reiteró su pedido de «paredón» para los delincuentes, posición a la que se sumaron Francisco Matos.
El jefe de la Policía Nacional compareció este jueves ante la comisión permanente del Ministerio del Interior en la Cámara de Diputados, donde fue cuestionado sobre diversos hechos sangrientos en la que participaron agentes de la institución del orden público, como fue el caso del estudiante de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Willy Wander de 22 años, la profesora Ángela Heredia, de Barahona, y el recluso que se escapó de la cárcel y fue ejecutado en San Francisco de Macorís entre otros.
Sobre estos casos indicó que todos los policías involucrados fueron sometidos a la justicia, se les dictó medidas de coerción y guardan prisión.
Su participación
Durante su comparecencia, el mayor general Polanco Gómez recibió elogios, pero también críticas a las que respondió con prudencia.
Se quejó de que el Estado esté permitiendo que se «legalicen acciones criminales» y citó como ejemplo que se autorice la importación de chasis de motocicletas y de vehículos de diversas marcas.
El jefe policial fue reiterativo en indicar que la mala aplicación del Código Procesal Penal tiene «a los delincuentes en la calle, a pesar de los expedientes en su contra».
Citó varios casos de reincidencia de sometidos a la justicia que son puestos en libertad con medidas de coerción económicas o de presentación periódica, a pesar de los expedientes sustentados y puso como ejemplo a uno de los atacantes de la ingeniera Francina, quien había asesinado en el 2010 a un ciudadano.
Otro punto que deploró es que no existan en el país cárceles de máxima seguridad para los delincuentes, como en otras naciones.
Polanco Gómez entiende que la Policía Nacional necesita de mayores recursos económicos para educar a sus miembros.
Dijo que cuando un sargento va a obtener el rango de teniente, en otros países de América Latina, «tiene que someterse a tres a cinco meses de estudio» y después pasar un examen de «oposición», si no pasa ese examen entonces no «puede pasar al rango», y a eso es que aspira aquí en el país.
El funcionario negó que la criminalidad haya aumentado en el país, y argumentó ante la comisión «que nosotros no somos el país más violento del mundo».
Recordó a los diputados que la República Dominicana sigue siendo uno de los países más seguros de América Latina, y la provincia Samaná, se encuentra entre las 45 ciudades turísticas más seguras del mundo, de acuerdo con el periódico New York Times.
La comisión
La Comisión de Interior y Policías de la Cámara de Diputados, que preside Elpidio Báez, recibió al Jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, al sub jefe, general de Brigada José Campusano y el director de la Autoridad Metropolitana de Transporte, (Amet), general Juan Brown y otros altos oficiales de la institución.
El diputado Báez explicó que era necesario que el jefe policial ofreciera detalles a los legisladores sobre los últimos hechos de sangre, los cuales han consternado a la población, donde una gran cantidad del personal a sus órdenes ha participado de manera activa.