CIUDAD DEL VATICANO.- Benedicto XVI advirtió hoy de los «focos de tensión» provocados por la creciente desigualdad entre ricos y pobres, «debido a una mentalidad egoísta que se expresa en un capitalismo financiero no regulado», y denunció que el derecho al trabajo es uno los más amenazados.
El papa así lo ha manifestado en su mensaje para la próxima Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2013, cuyo lema es «Bienaventurados los que trabajan para la paz», presentado hoy en el Vaticano.
El Obispo de Roma afirmó que uno de los derechos y deberes sociales «más amenazados actualmente» es el derecho al trabajo, que es considerado «una mera variable dependiente de los mecanismos económicos y financieros.
A ese propósito reitero que la dignidad del hombre «exige que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos, o lo mantengan».
El papa pidió un nuevo modelo de desarrollo y de economía, así como nuevas políticas «valientes» por parte de los estados para crear trabajo para todos.
En su mensaje, el papa afirmó que el terrorismo, las guerras, las desigualdades sociales y los fundamentalismos religiosos también representan un peligro para la paz y se mostró convencido de que el deseo de paz es una aspiración esencial de cada hombre y que cada ser humano puede ser un agente de paz.
Benedicto XVI señaló que los que trabajan por la paz aman y defienden y promueven la vida y a este respecto volvió a defender de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural y condenó el aborto y la eutanasia.
También reiteró que el matrimonio es entre un hombre y una mujer y pidió defenderlo «frente a los intentos de equiparlos desde un punto de vista jurídicos con formas radicalmente opuestas de unión, que en realidad dañan y contribuyen a su desestabilización».
Benedicto XVI abogó por el reconocimiento del derecho al uso de la objeción de conciencia «frente a leyes y medidas gubernativas que atentan contra la dignidad humana, como el aborto y la eutanasia».