SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- El año que finaliza fue difícil para los dominicanos de a pie y traumático para sectores políticos como el PRD, o para el Gobierno entrante que tuvo que enfrentar de inmediato un déficit fiscal descomunal .
La sangre y la violencia se convirtieron en protagonistas de las informaciones diarias, desde los feminicidios hasta los atracos, secuestros y simples actos vandálicos.
Entre violencia y crisis económica, República Dominicana concurrió a unas elecciones presidenciales donde, como de costumbre, surgió la denuncia de fraude y se ahondaron más las disconformidades que tienen a un paso de la división al PRD.
Los grupos progresistas consiguieron que se convirtiera en realidad el 4 por ciento para la educación, mientras que la justicia se pone a prueba con las demandas de que se lleve a los tribunales a implicados en actos de corrupción.
La prueba de fuego del nuevo Gobierno llega con la aplicación, desde comienzo de este 2013, de una carga impositiva que afectará desde empresarios hasta los más humildes de la población.
En muchos aspectos, parecería que el país se encuentra estancado, frente a una pared de la que no puede saltar las vallas de los retos por delante. Ello podría parecer trágico, pero es lógico. Sin romper con las ataduras políticas y económicas tradicionales, lo más que se puede aspirar es a una mejoría de los niveles de vida de los dominicanos.
Los males que son ancestrales seguirán pendiendo sobre la cabeza de todos los dominicanos. La crisis siempre tiene paliativos, aunque no es de esperar que tenga soluciones en un abrir y cerrar de ojos. La lucha tiene que ser primero por levantar las alicaídas esperanzas de los dominicanos.
En el aspecto judicial, el Código Penal tiene que ser revisado a fondo y se le tienen que hacer las enmiendas para que sea un instrumento digno y genuino en la aplicación de sanciones a los que violan las leyes. Para que el Código sea funcional, también se deben dar cambios profundos en el sistema judicial, desde los fiscales hasta los jueces, asimismo en el organismo encargado de ser un auxiliar de la justicia, que es la Policía.
La Suprema Corte de Justicia tiene que llevar al banquillo a los acusados y decretar la expulsión de los jueces que doblan las rodillas por un puñado de dólares.
Los fiscales deben comprender su tarea, que es ser defensores del pueblo.
En cuanto a la Policía, hay que modernizarla, pero no desmantelarla. No somos partidarios de tirar al zafacón a la actual Policía.
En el ámbito político en 2012 en el PLD las elecciones lograron unir a sectores que podrían tener posiciones diferentes en su seno, valga decir los seguidores de Danilo y Leonel Fernández. Danilo Medina tiene un impedimento constitucional para aspirar a la presidencia de la República en 2016, por lo que su período tiene que ser obligatoriamente de cuatro años.
En el PRD, la división asomó desde las elecciones internas, cuando se enfrentaron Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado.
Vargas Maldonado afirma que se le había hecho fraude, mientras que Hipólito no dejó de acusar a Miguel de que no le había dado el conveniente apoyo en las elecciones presidenciales. El PRD está virtualmente dividido.
En el renglón económico, el Gobierno se topó con un presupuesto que prácticamente estaba ya consumado y su prueba de fuego llegará en el 2013. Desde el primer día llegarán las nuevas cargas impositivas.
Para evitar disconformidades sociales, el Gobierno tiene que saber manejar todo lo referente a las cargas impositivas de la Reforma Fiscal.