SANTIAGO DE CHILE. – El juez chileno Miguel Vázquez anunció hoy que solicitará a Estados Unidos la extradición del exoficial del Ejército Pedro Pablo Barrientos, acusado de ser uno de los autores del asesinato del cantautor Víctor Jara, en el inicio de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
«La extradición se está solicitando. Se van a hacer los trámites pertinentes a la Corte Suprema para cumplir el procedimiento. Se está decretando el pedido de extradición», dijo Vázquez a periodistas.
El viernes, el juez ordenó la detención y encausó a ocho exoficiales del Ejército chileno como presuntos autores y cómplices del asesinato de Víctor Jara el 16 de septiembre de 1973, torturado y acribillado con 44 balazos.
Entre los acusados, Barrientos, un exteniente del Ejército, es el único que vive fuera de Chile, en el estado de Florida, sureste de Estados Unidos.
El mismo viernes el juez dictó en su contra una orden de captura internacional. «El sentido del pedido de extradición es acelerar la orden emitida el viernes pasado», explicó el magistrado.
El juez confirmó además que hasta este miércoles cuatro de los acusados ingresaron ya a una cárcel militar especial para cumplir la orden de prisión preventiva.
Vázquez aseguró que los demás acusados lo harán en los próximos días, y que exámenes médicos determinarán el estado de salud de Roberto Souper Onfray -acusado como cómplice-, quien según medios de prensa está internado en una clínica psiquiátrica.
La investigación judicial determinó que Víctor Jara, autor de canciones como «Te recuerdo Amanda» o «El cigarrito», fue detenido un día después del golpe de Estado que derrocó al gobierno del socialista Salvador Allende.
Luego, fue conducido al estadio Chile, un centro de torturas utilizado por la dictadura donde fue duramente golpeado. Actualmente, ese coliseo lleva su nombre.
El artista fue miembro del Partido Comunista y ferviente seguidor de Allende. Tuvo dos hijas, fruto del matrimonio con la inglesa Joan Turner, quien hasta ahora no había emitido declaraciones sobre el caso, pero que este miércoles aseveró que «no es momento para celebrar».
«Hay mucho trabajo para lograr la justicia verdadera, y especialmente para todas las víctimas que sufrieron tanto en este lugar y en tantos otros lugares en Chile», dijo Turner en una rueda de prensa realizada en las afueras del estadio donde su marido fue torturado.
A casi 40 años de su muerte, la justicia recién pudo determinar quiénes fueron los autores materiales y cómplices del crimen, uno de los más emblemáticos de la cruenta dictadura de Pinochet, que dejó más de 3.000 muertos.
