WASHINGTON.- El presidente norteamericano Barack Obama dijo hoy que la guerra en Afganistán terminará a finales del año próximo, pero ahora es a Estados Unidos al que hay que reconstruir.
Intensa agenda de Obama en su primera semana de trabajo 2013
En su habitual mensaje sabatino por radio e Internet, el mandatario reconoció que la misión en el país asiático todavía es muy difícil y las fuerzas estadounidenses siguen en peligro.
Agregó que él y el presidente afgano, Hamid Karzai, acordaron en su reunión bilateral en la Casa Blanca la víspera, que en la primavera las fuerzas de la nación asiática se hagan cargo de las misiones de seguridad en todo el país, y las tropas norteamericanas adoptarán un papel de apoyo a las unidades nativas.
El gobernante añadió que en los próximos meses anunciará la siguiente fase de esta reducción, y reiteró que para finales de 2014 finalizará la contienda.
Afirmó que ya se alcanzó el objetivo principal y la razón por la cual Estados Unidos fue a esa guerra, al lograr que la organización Al Qaeda jamás pueda utilizar a Afganistán para atacar el territorio estadounidense.
El Ejecutivo norteamericano planifica disminuir de forma gradual el número de tropas en suelo afgano después del 31 de diciembre de 2014, con la exigencia de que sus militares que permanezcan allí disfruten de inmunidad legal contra cualquier tipo de acusación.
Obama señaló en su mensaje que la economía de Estados Unidos necesita crecer y que se disminuya el déficit presupuestario, crear empleos e incrementar los ingresos financieros de los norteamericanos.
El mandatario reconoció la necesidad de establecer una reforma migratoria y también tomar las medidas necesarias para proteger a los niños de los horrores de la violencia armada, que en los últimos meses ha tenido un incremento inusitado en el país.
Obama prometió en 2008 implementar cambios radicales en las leyes de inmigración, pero no lo hizo, y durante su administración se ha deportado a casi un millón 200 mil inmigrantes, la mayoría latinos, en los últimos tres años.
Según datos oficiales, en Estados Unidos existen más de 11 millones de indocumentados.
