SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Aunque he escuchado a algunas personas opinar en contra de una aerolínea bandera, estoy convencido de la necesidad de que la República Dominicana, principal destino turístico del Caribe, tenga una aerolínea criolla con capacidad de operar vuelos regulares y charter. Por Ryan Polanco
Lo que está ocurriendo con Iberia, aerolínea española que vuela regularmente a Santo Domingo desde Madrid, y su anuncio de no seguir operando esos vuelos, vuelve a poner sobre el tapete la necesidad de una línea bandera dominicana.
Aunque en el caso de la ruta que opera Iberia, pasará a ser cubierta por Air Europa, lo cierto es que cuando se dan situaciones como éstas, en la que una empresa aérea se retira de nuestro país, queda evidenciada la necesidad de una aerolínea dominicana.
Desde la desaparición de Dominicana de Aviación, que dejó de volar en el 1995, aunque formalmente cerró en 1999, el país ha visto nacer varios proyectos, pero la falta de apoyo oficial no han permitido que ninguno logre cuajar.
En esa trayectoria hemos visto a Apa Dominicana, Air Santo Domingo, Aerotours, Air Atlantic, Hispaniola Airways, Aeromar, que después de varias décadas en el área de carga decidió incursionar en el transporte de pasajeros.
El caso más reciente de un intento por darle al país una línea bandera ocurrió en el período de gobierno 2004-2008 de Leonel Fernández, con la creación de Air Dominicana, en el que por primera vez empresarios privados y el gobierno se asociaron en ese esfuerzo.
Este último esfuerzo está en estos momentos en el limbo aunque los accionistas del sector privado, incluyendo al señor Pepe Hidalgo, presidente de Air Europa, tienen la esperanza de que el presidente Danilo Medina retome el proyecto.
Verse en el espejo de lo que está pasando con Iberia debe ser tarea de los dominicanos, pues imaginemos que hoy no existiera Air Europa, en el apuro que estaría el país si de repente nos quedamos sin comunicación aérea.
Imaginemos que esa situación ocurra con una aerolínea norteamericana, de esas que tienen el monopolio con algunas rutas desde los Estados Unidos o Puerto Rico.
Aunque he escuchado a algunas personas opinar en contra, estoy convencido de la necesidad de que tengamos una aerolínea criolla que tenga la capacidad de operar vuelos regulares y charters.
Varias son las razones por la que República Dominicana no puede darle más larga a esta critica situación. Veamos:
En primer lugar somos parte de una isla, que esa sola condición obliga a tener garantizada la comunicación vía aérea.
En segundo lugar, por un asunto de seguridad nacional, la República Dominicana requiere de su propia aerolínea porque en caso contrario estaría a expensa de lo que decidan otros.
Un tercer factor lo constituye el hecho de ser un destino turístico internacional, el más importante del Caribe, con 60,000 habitaciones hoteleras, que recibe casi cinco millones de turistas, que generan más de cuatro mil millones de dólares al año.
Un cuarto factor, muy importante, es somos dueños de una colonia de dominicanos que viven en distintos lugares del exterior que viajan con frecuencia y necesitan de una aerolínea bandera que le garantice venir a su país cuando ellos así lo deseen y, no estar sujetos a los caprichos de una empresa extranjera.
Y otro factor sumamente importante es el deseo del actual presidente de la República, Danilo Medina, de que llegue el momento donde República Dominicana reciba 10 millones de turistas.
Destinos turísticos menos importantes que nuestro país, como Bahamas, Venezuela, Colombia, Jamaica y Cuba, entre otros, tienen sus propias aerolíneas, lo cual para ellos es una garantía de transportación de sus turistas y ciudadanos que viven en el exterior o aquellos que viajan por otros motivos.
Por esas y otras muchas razones, necesitamos una línea bandera en República Dominicana, y los empresarios privados estamos dispuestos a unirnos al gobierno en ese proyecto.
American Airlines anunció que el 1 de abril retirará sus vuelos directos de Nueva York a Santo Domingo y Santiago.
Tomado de Diario Libre.