NEW YORK.- La ciudad de Nueva York entró este lunes en una nueva semana de huelga de conductores de autobuses escolares, que están negociando un nuevo convenio colectivo con las empresas propietarias de los vehículos.
Representantes del sindicato de conductores Amalgamated Transit Union Local 1181 y de los propietarios de los autobuses acudieron este lunes a una reunión de mediación convocada por la Alcaldía a la que no asistió el propio alcalde, Michael Bloomberg.
En el encuentro, que se celebró en Gracie Mansion, la residencia oficial de los alcaldes de Nueva York, actuó como mediador el exjuez Milton Mollen, que ya ejerció sus buenos oficios en la primera huelga del sector hace más de tres décadas.
«El mediador escuchó los argumentos de las partes y nos dijo que ahora era su deber informar de lo conversado al Alcalde», explicó en un comunicado el presidente del sindicato, Michael Cordiello, quien calificó la reunión como «un paso en la dirección correcta».
Sin embargo, el representante de los chóferes consideró que el alcalde Bloomberg y funcionarios del Concejo Municipal deberían haber participado en el encuentro para que las partes pudieran «avanzar en una resolución y acabar con la huelga».
«A pesar de lo que el alcalde y su administración han venido diciendo, su involucración en el conflicto no solo es completamente legal sino que además resulta necesaria para poner fin a la huelga», dijo Cordiello.
Por su parte, el representante de las empresas propietarias de los autobuses escolares, Peter Silverman, coincidió en que habría sido «productivo» que las autoridades hubiesen participando en la reunión de Gracie Mansion.
Las autoridades calculan que la huelga de los conductores de los autobuses escolares que comenzó el pasado 16 de enero ha afectado hasta la fecha a cerca de 150,000 estudiantes de los cinco condados en los que está dividida la ciudad de Nueva York.
Mientras se espera que la Junta Nacional de Relaciones Laborales, organización independiente con sede en Washington, se pronuncie en los próximos días sobre la huelga, los trabajadores insisten en exigir que el nuevo convenio incluya protecciones laborales.