VENEZUELA.- El ministro de Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, dijo que la asistencia de 54 delegaciones nacionales, 32 de ellas encabezas por presidentes y jefes de Estado y Gobierno, al funeral del presidente Hugo Chávez desmiente que este fuera un tirano.
«Es la victoria de la verdad contra la infamia. A Chávez se le intentó vender como un tirano (…) desde los grandes laboratorios trasnacionales del mundo y desde los centros de poder político, militar y económico», sostuvo en declaraciones al canal estatal VTV.
Además de las representaciones nacionales suman más de cien las personalidades que asisten a los funerales de Chávez en la Academia Militar de Caracas, con la suma de dignatarios de organismos e instituciones internacionales.
«Es un privilegio recibir este testimonio de amor de los pueblos», añadió el jefe de la diplomacia venezolana.
Remarcó que tal representación constituye, además, «un reconocimiento del papel» de Chávez «en la configuración de un nuevo orden mundial, de democratización de las relaciones internacionales para avanzar hacia un mundo pluripolar».
Por ello, insistió Jaua, «en verdad que nos sentimos satisfechos» porque esa masiva asistencia constituye la confirmación de la «derrota de una campaña desatada en su contra» durante los 14 años que gobernó el país.
«Es una muy importante representación, de todos los países del mundo, de las diversas expresiones ideológicas y religiosas, porque hay que decirlo: aquí están quienes comporten con Chávez un pensamiento de un mundo nuevo (…) y presidentes y jefes de Estados y Gobierno que tienen una visión más conservadora», dijo.
«Es como haber reunido al mundo en torno a Hugo Chávez» y, además, «estamos orgullosos» porque internamente en Venezuela, prosiguió Jaua, quienes «descargaron todos los odios» desde la oposición a su Gobierno «no lograron que renunciara».
«Murió físicamente como presidente de la República Bolivariana de Venezuela; no lo obligaron a renunciar ni nos obligaron a nosotros a renunciarlo, como querían el 10 de enero», cuando debió asumir el período 2013-2019 que ganó en las elecciones de octubre de 2012.
Chávez no pudo juramentarse ese día, como lo ordena la Constitución, debido a su condición de salud, pero un día antes el Tribunal Supremo de Justicia consideró que no era necesaria su posesión por tratarse de un gobernante reelegido.