SEUL.- Corea del Norte anunció este miércoles que ha aprobado un ataque de su Ejército «con medios nucleares» contra EEUU, informó en un comunicado la agencia estatal KCNA, en una nueva vuelta de tuerca en la campaña de amenazas del régimen a Seúl y Washington.
Según el despacho de KCNA, Corea del Norte informa oficialmente a la Casa Blanca de que usará «medios nucleares de alta tecnología más pequeños, ligeros y diversificados» para responder a la «cada vez más intensa política hostil» de EEUU hacia el país comunista.
Pyongyang detalló que ha «examinado y ratificado finalmente» una «operación sin piedad de sus fuerzas armadas revolucionarias» contra EEUU, al que acusó de plantear una «imprudente amenaza nuclear» contra el régimen de Kim Jong-un al desplegar varios aviones de guerra en Corea del Sur.
El poderoso Ejército Popular de Corea (del Norte), que cuenta con más de 1,1 millones de efectivos, «llevará a cabo poderosos y sucesivos contraataques militares, como ya declaró solemnemente su Comando Supremo», añadió el despacho de la KCNA.
Pyongyang invitó además a EEUU a «reflexionar sobre la actual situación» en la que, aseguró, «el momento de la explosión se acerca rápidamente» y «nadie puede predecir que una guerra estallará o no en Corea y si va a ser hoy o mañana».
Corea del Norte justificó su nueva amenaza ante la presencia en la zona y con motivo de las maniobras anuales conjuntas de Seúl y Washington de bombarderos estadounidenses B-52, además de cazas F-22 y los aviones conocidos como «furtivos» B-2, capaces de evadir radares y lanzar bombas nucleares.
La amenaza de lanzar un ataque nuclear contra EEUU supone el último desafío de Corea del Norte en su inusual, grave y prolongada ofensiva retórica contra Seúl y Washington, que ha incluido varias amenazas de guerra.
La campaña de amenazas de Pyongyang, que sitúa en el blanco de sus iras las maniobras que Corea del Sur y EEUU realizan todo este mes de abril, tuvo su origen a principios de marzo, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU amplió las sanciones al país comunista por efectuar su última prueba nuclear en febrero.
EEUU mantiene desplegados 28.500 efectivos en Corea del Sur y está compromete a defender a su aliado ante un hipotético ataque norcoreano como herencia de la Guerra de Corea (1950-53), concluida con un armisticio que mantiene técnicamente enfrentados a ambos lados de la península al no haber sido sustituido por un tratado de paz.