Corea del Norte está pasando de hacer amenazas a realizar algunos movimientos militares. Ya instaló dos misiles de alcance medio en sus costas orientales, desde donde podría atacar a Seúl o las bases militares de EE.UU. en Japón y Guam.
También anunció que no podrá garantizar la seguridad de las embajadas y de las organizaciones internacionales en el país a partir del próximo 10 de abril.
Kim Jong-un, el más joven de los Kim, no toma esas decisiones solo: está asesorado por la vieja guardia de la cúpula militar que sirvió a su fallecido padre, Kim Jong-il.
Ese círculo de altos mandos del ejército está compuesto por familiares y viejos amigos de la dinastía que gobierna al país comunista desde 1948.
Los tíos del joven Kim, Chang Sung-taek y Kim Kyong-hui, han sido las figuras más prominentes de la élite militar norcoreana durante más de cuatro décadas y se consideran sus mentores.
Cuando todavía estaba en el poder Kim Jong-il, el padre del ahora presidente nombró a su cuñado, Chang Sung-taek, como vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte en 2010.
Para entonces, Chang ya había pasado por varios cargos en el Partido de los Trabajadores. Ese mismo año, la agencia surcoreana de noticias Yonhap lo describió como el “guardián de Kim Jong-un”.
Otros analistas consideran que él es quien realmente ostenta el poder detrás del trono. Chang Sung-taek es el esposo de Kim Kyong-hui, la hermana más joven de Kim Jong-il y actual secretaria del Partido de los Trabajadores, otra de las figuras más importantes del estado militarizado.
Siete meses después de la muerte de Kim Jong-il y consolidado el poder en su hijo, algunos relevos en la élite militar plantearon interrogantes sobre la estabilidad del régimen.
Sus tíos, sin embargo, siguieron en los mandos en los que siempre habían estado. El régimen anunció entonces de manera repentina que Ri Yong-ho, jefe del Ejército Popular y uno de los políticos más poderosos de la cúpula de Pionyang, también considerado uno de los asesores más cercanos de Kim, era relevado de todos sus cargos debido a una “enfermedad”.
Ri tenía para entonces sólo 69 años y un perfil alto desde febrero de 2009, cuando fue nombrado jefe militar.
Luego, la agencia KCNA norcoreana confirmó a Hyon Yong-chol como el nuevo jefe del Ejército del Pueblo. Se sabe muy poco sobre él, pero se cree que es general desde 2010 y miembro del Comité Central del Partido de los Trabajadores.
Un signo de su influencia y cercanía con la dinastía Kim es que hizo parte del comité que preparó el funeral de Kim Jong-il en diciembre de 2011.
Otra figura que sobresale es la de Choe Ryong-hae, un viejo amigo de los Kim. En abril del año pasado, en la conferencia del Partido de los Trabajadores que siguió a la confirmación de Kim Jong-un en el poder, Choe fue repentinamente nombrado vicemariscal del Ejército a pesar de no tener experiencia militar. Nunca había pasado algo así en Norcorea.
El relevo culminó con el nombramiento del joven Kim como mariscal, que es el máximo rango de las Fuerzas Armadas norcoreanas.
Así, el líder recibía el control total de uno de los ejércitos más numerosos del planeta, y ahora amenaza con un ataque nuclear preventivo a la primera potencia mundial.