POR VICTOR MANUEL GRIMALDI CESPEDES
Italia exportó el año pasado oro por un valor aproximado a los 8,000 -ocho mil- millones de Euros.
En el año 2005 esas exportaciones apenas alcanzaron un valor de 508 millones de Euros. En el 2012 exportó 16 veces más.
Por primera vez estuve en Italia en octubre de 1980. Formaba parte de un grupo de periodistas dominicanos invitados a un recorrido que comenzó en Zurich, Suiza, sede del Swiss Bank, que entonces comercializaba el oro y la plata dominicanos producidos como doré en Pueblo Viejo, Cotuí.
El viaje terminaba en Italia, pues desde Zurich nos dirigimos a la región norteña italiana que hace frontera con Suiza. Allí, cerca de Como, se encontraba la refinería de metales Valcambi.
En aquel lugar, cuando ví el proceso de fundición metalera en altos hornos y los trabajadores con máscaras y trajes ligeros soportando el calor a pesar de los lentes gruesos protectores, me dije a mí mismo: ´´Es verdad que la clase obrera va al paraíso´´, como evoca el filme de Elio Petri que ganó el Festival de Cannes de 1972.
Eran los años 1979 y 1980. En el 1978 habíamos apenas logrado 18,000 -diez y ocho mil- votos ó el 1.8 por ciento de los sufragios. A los peledeístas por eso nos llamaban los ´´pálidos´´, pero el PLD y el oro exportado por la Rosario Resources Corporation brillaban en el debate público.
Con su prestigio legado a la nueva organización, Juan Bosch, nuestro líder, propuso una gran idea: que el Gobierno Dominicano presidido por Don Antonio Guzmán renegociara el contrato con la Rosario para que el país recibiera mejores beneficios.
Además, sugirió el Profesor Bosch, el Gobierno debía incluir una cláusula en el nuevo contrato que estableciera utilizar una parte del oro producido en la manufactura de joyas con oro y plata dominicanos.
A los compañeros Félix Jiménez, Vicente Bengoa y a mí el Profesor Bosch nos encargó en junio de 1979 de reunirnos con una comisión del Gobierno encabezada por el Secretario de Estado de Finanzas Bolívar Báez Ortiz para explicarle la propuesta del PLD.
El Presidente Guzmán mediante carta escrita había sugerido el encuentro entre los funcionarios del Gobierno y la comisión del PLD.
El Profesor sugería contratar a la reconocida Cartier para utilizar su marca. Proponía que se contratara expertos maestros suizos y de otros países para entrenar a los artesanos dominicanos e ir desarrollando una gran industria manufacturera de metales nacionales.
Bosch entendía que los beneficios del oro y la plata (doré) debían utilizarse en tres proporciones distintas: ingresos de divisas, oro como reserva del Banco Central y manufactura de metales en territorio nacional.
Lo importante, entendía el líder del Partido de la Liberación Dominicana, era exportar, lograr mayores ingresos, agregar trabajo dominicano al producto, y desarrollar un sector de la economía dominicana.
La campaña a favor del oro y la plata fue uno de los instrumentos de propaganda de que se valió el líder del PLD para afiancar su imagen en los medios de opinión pública y favorecer la participación en los procesos democráticos electorales que desde 1982 permitieron la inclusión del peledeísmo en el aparato del Estado dominicano.
Han pasado ya muchos y muchos años. El PLD llegó por primera vez al Gobierno en 1996, y la idea del Profesor está pendiente.
Como resultado de la sensibilización que se creó a favor del oro dominicano en distintos sectores nacionales el gobierno perredeísta de Don Antonio finalmente nacionalizó la mina de oro de Pueblo Viejo, Cotuí.
ROMA, viernes 25 de abril de 2013