Obama evitó responder sobre legitimidad de Maduro

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El presidente de EE.UU. reconoció que en Venezuela hay ataques contra la oposición.
El presidente de EE.UU. reconoció que en Venezuela hay ataques contra la oposición.

MEXICO.- El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo en una entrevista emitida por Univisión que el pueblo venezolano merece «determinar su propio destino libre de la clase de prácticas que ya se han desterrado» en gran parte de América Latina.

En su entrevista, celebrada durante la estancia de Obama en México, el presidente dijo que hay informes que prueban que Venezuela no observa los principios básicos de «derechos humanos, democracia, libertad de prensa y libertad de reunión».

«Nuestro único interés en este momento es asegurarnos de que el pueblo venezolano es capaz de determinar su propio destino libre de la clase de prácticas que el hemisferio entero ha desterrado en general», explicó Obama.

El mandatario evitó responder si reconoce la legitimidad del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que como candidato del chavismo se impuso el mes pasado por un estrecho margen al opositor Henrique Capriles, quien impugnó los resultados.

«El hemisferio completo está viendo la violencia, las protestas y los ataques a la oposición», aseguró Obama, que viajó desde México a Costa Rica, último tramo de su breve gira por Latinoamérica.

«Nuestra visión ha sido que el pueblo venezolano debe elegir a sus líderes en elecciones legítimas», reiteró, asegurando que la postura de Washington no tiene nada que ver con ideologías, ni «tiene sus raíces en la Guerra Fría».

Maduro ha acusado en varias ocasiones, antes y después de las elecciones del pasado 14 de abril, a Estados Unidos de estar detrás de intentos para desestabilizar el chavismo e incluso asesinarlo.

Obama dijo que Suramérica y América Central disponen de muchos ejemplos de «progreso económico arraigado en el hecho de que hemos visto un enorme paso hacia la democracia y la libertad».

Como ejemplo, señaló el caso de México, donde dijo que se ha experimentado «una transición pacífica entre partidos después de las elecciones», así como en los casos de Colombia, Chile o Perú.