EL SEIBO, RD.- Las lidias o corridas de toros, espectáculo que atrae multitudes desde el siglo XVIII, surgieron cuando la nobleza abandonó el toreo a caballo y la plebe comienza a hacerlo a pie. Es un atractivo en las fiestas patronales de aquí.
Este espectáculo solo tiene lugar en esta ciudad durante los primeros días del mes de mayo, forma parte del programa de las fiestas patronales. En un redondel donde atrae público como demostración de valor y destreza sello original de esta tradicional comarca.
El primer diestro de las corridas de toros como hoy las conocemos fue Francisco Romero quien puso orden a la fiesta taurina y es creador de las muletas tal y como hoy las conocemos.
En esta ocasión desde finales de abril hasta el 6 de mayo se llevan a cabo todas las tardes en un redondel abierto, totalmente gratis, un evento único en el país.
Miles de personas de diversos puntos del país y del extranjero esperan la fecha para estar presente. No falta gente de comunidades rurales y excursiones de algunos hoteles de la zona.
El colorido de las corridas de toro logra mayor esplendor, con las dedicatorias que realizan personalidades y en esta ocasión los políticos.
El sábado pasado la corrida estuvo patrocinada por el alcalde Gerardo Casanova y el candidato presidencial peledeísta Danilo Mediana y para este domingo 6 por Santiago Zorrilla en nombre del Partido Revolucionario Dominicano y su candidato presidencial.Hipólito Mejía.
Su origen
Las corridas de toros que se celebran desde tiempo inmemorial en El Seibo, guardan relación con las celebradas en épocas de la colonia en el Convento de Los Dominicos, desde cuando se han mantenido con ligeras variaciones dentro del ciclo patronal.
Hace seis años se inicio la construcción de la plaza de toros y multiusos de esta ciudad, única en el área del Caribe y que está en su primera etapa, con la que se busca mayor organización y provecho para el turismo del emocionante espectáculo.
Las lidias atraen personalidades, funcionarios legisladores, invitados nacionales y extranjeros y gente de todas partes del país quienes se identifican con la tradición en medio de gritos, aplausos
y olé. El evento cargado de colorido y tradición es visto por niños, jóvenes y adultos en un redondel desde donde se aprecian los pases y movimientos propios del arte de la tauromaquia.
El original montaje logra una mayor connotación con la presencia de artistas y atractivos adicionales, mientras la gente goza cuando es golpeado un intruso.
Entre gritos y aplausos, el público mantienen los ojos atento a los saque de los toreros y la golpiza de intrusos que penetran al redondel durante las tardes
Los animales son cedidos por la empresa Central Romana, que también aporta los tablones para la construcción de corral de madera y varios jinetes, para dirigir los animales al momento de regresarlos al torín.
Los toreros utilizan vistosos uniformes propios de las lidias que unido a la valentía y el entusiasmo hacen de las corridas un espectáculo únicas en el redondel de unos 700 metros cuadrados en el sector de Las Quinientas, en la entrada de la ciudad, ubicada a 125 kilómetros de Santo Domingo.
