PUERTO PRINCIPE.- Discreto desde su retorno del exilio en 2011, el expresidente de Haití Jean-Bertrand Aristide ha reaparecido en los últimos días, despertando la pasión de sus partidarios y especulaciones sobre su futuro político.
Luego de declarar como testigo el 8 de mayo en el caso del asesinato de un periodista en el año 2000, Aristide aprovechó la ocasión para arengar a sus seguidores.
A la salida del tribunal, se dirigió hacia el centro de la capital, Puerto Príncipe, siendo acompañado por miles de simpatizantes.
Al día siguiente, en una conferencia de prensa convocada en su domicilio, afirmó que su partido puede «ganar una parte importante de la torta electoral», en las elecciones senatoriales parciales y en las votaciones locales previstas para fin de año.
Aristide, de 59 años, fue dos veces presidente de Haití.
Derrocado en 1991 por un golpe militar y en 2004 por una insurrección armada, partió al exilio en dos períodos, de 1991 a 1994 y de 2004 a 2011.
La constitución haitiana prohíbe a un jefe de Estado postularse a un tercer mandato, pero permite presentarse a un cargo de diputado o senador.
Su discurso del jueves, que tuvo proyección nacional, el expresidente agradeció a la población haitiana, que «continúa transformando lo ordinario en extraordinario».
«Realmente me sentí emocionado ante la multitud», explicó, «entre el pueblo haitiano y yo hay un matrimonio de corazón que sana los dolores del sismo que azotó a Haití», afirmó.
Aunque reiteró que decidió «ayudar en el campo de la educación», su entorno no descarta la posibilidad de que se presente a las próximas elecciones senatoriales.
«No lo menciona, pero pero es un tema presente en el seno del partido. Cuando la ocasión se presente lo discutiremos», explicó un miembro del partido de Aristide que solicitó conservar el anonimato.
En la calle, algunos de sus partidarios ya lo ven en la presidencia de la Asamblea Nacional.
«Sería el tercer dirigente político del país y el presidente Martelly estaría obligado a gobernar con él», afirmó Alfred, un chofer de moto-taxi ferviente partidario de Titid, como llaman a Aristide sus simpatizantes.
Aunque no ha intervenido directamente en la escena política, en numerosas ocasiones sus partidarios han organizado manifestaciones para hacer notar que es necesario tenerlo en cuenta en un país que se debate en una inestabilidad crónica.
«Más de 20 años después de haber sido electo, él sigue siendo muy popular y continúa movilizando multitudes», subraya el exsenador Louis-Gérarld Gilles.
Por el contrario, para el politólogo Sauveur Pierre-Etienne, feroz opositor de Aristide, la salida del expresidente a la calle junto a miles de sus partidarios es «la imagen de un hombre perseguido, que debe rendir cuentas ante la justicia, pero que decidió movilizar a sus tropas».