RIO DE JANEIRO.- El papa dijo hoy viernes que con la cruz Jesús se une a los muchos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas «porque ven egoísmo y corrupción» o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, «por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio».
Ante varios cientos de miles de jóvenes de 190 países que participaron hoy en el Vía Crucis de la JMJ de Río de Janeiro, Francisco afirmó que nadie puede tocar la Cruz de Jesús sin dejar algo en ella y sin llevar consigo algo de la Cruz a la propia vida y preguntó ¿qué enseña la Cruz a nuestras vidas».
«Jesús con su Cruz recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos. Con la Cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos», manifestó el papa.
Con la Cruz, agregó, Jesús «se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga, con ella, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos».
El Obispo de Roma añadió que con la cruz Jesús se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por el color de su piel.
«En ella Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio», subrayó el papa-
Francisco manifestó que en la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, «también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevas tú solo. Yo la llevo contigo y yo he vencido a la muerte y he venido a darte esperanza, a darte vida».
El papa invitó a los muchachos a ser valientes y a ir contracorriente y recordó que al contrario que Pilato, que se lavó las manos, la Cruz de Cristo enseña a ser como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura.
«Y tú, ¿como quién eres? ¿Como Pilato, como el Cireneo, como María?», preguntó el papa.