COLOMBIA.- El matrimonio homosexual se abre paso en América Latina alentado por la legalización en Argentina, Brasil, Uruguay y la capital de México, pese a las reticencias de sectores conservadores y los vacíos legales en varios países.
Además, activistas y parejas del mismo sexo en Colombia, Costa Rica, Ecuador y otros países han emprendido campañas en favor del matrimonio igualitario, las que a menudo chocan contra las posturas religiosas, si bien recientemente el papa Francisco dijo no «ser quien» para juzgar a los homosexuales.
Varios países latinoamericanos reconocen legalmente la llamada «unión marital de hecho» y conceden derechos patrimoniales y de seguridad social a la pareja del mismo sexo, pero se niegan a llamar a esa figura «matrimonio», como exigen muchos colectivos de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGBTI).
El último país de una región con raíces católicas que legalizó ese tipo de enlace fue Uruguay, donde este lunes el enlace entre dos hombres, uno de ellos en fase terminal de un cáncer, se convirtió en el primer matrimonio homosexual registrado, después de que las autoridades autorizaran la boda «in extremis» en un centro médico.
Otros dos hombres, Sergio Miranda (45 años) y Rodrigo Borda (39), con 14 años de relación, se anotaron luego en el Registro Civil uruguayo, después de que esa figura fuera aprobada por el Congreso y firmada por el presidente del país, el izquierdista José Mujica.
En Brasil, el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) legalizó de hecho en mayo pasado el matrimonio entre homosexuales, aunque aún no existe en el país ninguna legislación específica sobre el asunto, mientras varios activistas presionan para que se establezca claramente esa norma.
Argentina se convirtió, en julio de 2010, en el pionero en América Latina en habilitar por ley el matrimonio entre personas del mismo sexo, e inclusive, la capital, Buenos Aires, permite desde mayo de 2012 las bodas entre homosexuales no residentes permanentes en la ciudad.
El Congreso colombiano rechazó en abril pasado una iniciativa que buscaba la legalización del matrimonio homosexual, dejando vigente una figura que permite el enlace civil y reconoce ciertos derechos a la pareja, pero que no satisface a la comunidad LGBTI.
Ante la decisión del Congreso, la Corte Constitucional determinó el pasado 20 de junio que las parejas del mismo sexo en Colombia pueden acudir ante jueces o notarios para constituirse como unión civil, pero no «matrimonio», lo que generó una avalancha de solicitudes.
Las ecuatorianas Gabriela Correa y Pamela Troya pidieron este lunes cita para casarse en el Registro Civil de Quito, donde entregaron sus documentos y quedaron a la espera del turno de boda, a pesar de que la Constitución del país no prevé el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Con esta acción, colectivos de defensa del matrimonio igualitario emprendieron una campaña que busca conseguir la aceptación de las uniones homosexuales con plenos derechos.
Aunque en Costa Rica no es permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo, el Congreso discute proyectos para darle reconocimiento a una figura llamada «sociedad de convivencia», que le permitiría a los homosexuales inscribirse en el registro público y gozar de derechos como herencia y acceso al crédito.
En Cuba, la diputada Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro, impulsa un anteproyecto de ley para modificar el Código de Familia y legalizar las uniones homosexuales, pero la iniciativa aún no ha logrado llegar al Parlamento aunque forma parte de un plan legislativo del Ministerio de Justicia.
La capital de México, un país federal, permite el matrimonio homosexual, mientras activistas presionan para que la medida sea aprobada en otros estados.
Las legislaciones de Chile, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Puerto Rico y Venezuela no contemplan el matrimonio homosexual.
De acuerdo con colectivos LGBTI, el matrimonio igualitario también es legal en España, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Holanda, Inglaterra, Gales, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal, Sudáfrica y Suecia, al igual que jurisdicciones locales en EE.UU.