Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Los fiscales de Jacksonville en La Florida a cargo del caso del niño de origen dominicano Cristian Fernández, buscarán que el menor sea condenado a la pena máxima de cadena perpetua por el asesinato de su hermanito de 2 años de edad y cuyo cargo es de asesinato en primer grado, por lo que la sentencia sería mandatoria acorde con las leyes del estado de La Florida.
Fernández es hijo de la dominicana Bianella Mary Susana de 27 años y quien lo alumbró producto de una violación cuando ella tenía 12 años. La señora Susana, acusada de complicidad y negligencia en la muerte del niño David Galarraga, fue condenada el 14 de este mes de agosto a seis años en libertad condicional y supervisada.
Desde entonces, tanto la madre como el muchacho han tenido una vida escabrosa, salpicada por la violencia, la tragedia y llena de brumas, uno de los alegatos de grupos ciudadanos que se oponen a que el menor sea condenado a la pena máxima contemplada por la ley.
Y aunque se han colectado 190 mil firmas para pedir clemencia, los fiscales sostienen que al adolescente de origen dominicano hay que juzgarlo como un adulto, porque la misión del Ministerio Público es proteger a la sociedad de «individuos como éste».
Dicen los acusadores que «es la única medida que tenemos para garantizar la seguridad ciudadana».
La turbulenta vida de Cristian se inició cuando él tenía tres años y fue encontrado sucio y desnudo en las calles. Bianella de madre con una conducta cuestionada, llegó a La Florida siendo niña después que su progenitora decidiera traerla desde la República Dominicana.
Pero su vida se convirtió en un calvario, siendo maltratada por los maridos que se buscó, uno de los cuales se suicidó en presencia de Cristian que a los tres años de edad, recibió su primera expulsión de la escuela por bajarla el pantalón a un compañerito de clases para simular un acto sexual.
Los trabajadores sociales dijeron en ese momento que el muchacho probablemente estaba reflejando con esa acción, algún abuso sexual del que habría sido víctima por parte de un primo no identificado.
Al cumplir seis años de edad, su madre se enroló con otro de sus maridos quien golpeó brutalmente a Cristian para luego matarse frente al niño y que ya había cumplido 11 años.
Seis meses después de ese episodio, Cristian mató a su hermanito y la madre fue acusada de negligencia criminal porque al llegar al apartamento y ver al más pequeño desangrándose, en vez de llamar de inmediato al 911, ella lo que hizo fue sentarse frente a su computadora donde duró cuatro horas navegando en Google y conectada a facebook.
Mientras tanto, el niño agonizaba.
Cuando Bianella decidió llevarlo al hospital era muy tarde. El menor expiró en el nosocomio por severas fracturas en el cráneo. Su hijo Cristian lo había estrellado contra el piso del apartamento.
LA MADRE
El miércoles 14 de agosto, la madre de Cristian obtuvo una gran victoria en la corte de Jacksonville apoyada por grupos comunitarios que invocaron su historial de maltratos, traumas y entrega por sus hijos.
Bianella logró salvarse de una sentencia de entre 13 a 30 años por complicidad y negligencia en el homicidio de su hijo David Gallarriaga y fue condenada a seis años en libertad supervisada, pero tendrá que mantenerse lejos de sus restantes tres hijos y no podrá hablar con Cristian sin previa autorización.
También tiene que someterse a una serie de programas psicológicos en la Casa Hubbard durante 90 días y luego deberá trabajar por tres años en otros programas comunitarios a través de la organización Delores Barr Weaver Policy Center y otras restricciones que de violarla, la reenviarían automáticamente de nuevo a la cárcel.