Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Destrozada por la tragedia y sin contener los ahogados sollozos, la señora Fernanda Rivera madre de la joven madre dominicana Katherine Germán, asesinada por su ex pareja, el taxista Dionis Espinal (también dominicano) clamó que el asesino «me la mató sin piedad, pero que Dios lo perdone».
La progenitora de la víctima a quien el chofer de la base Kiss en El Bronx, acuchilló en elk cuello y el torso varias veces en el interior de un vehículo Honda Pilot en el que había salido de un motel en El Bronx en compañía de su nuevo novio, relató que fue a buscar a su hija estando embarazada del taxista porque el hombre la golpeaba diariamente.
Germán y Espinal de 20 y 31 años de edad respectivamente entablaron la relación cuando ella tenía 17 años y procrearon una niña de 2 años, pero según la mamá de la víctima a Espinal, nunca le importó golpearla delante de la criatura.
Recordó que abandonó la casa situada en el 1828 de la calle Unionport Road en El Bronx, donde vivía con su madre y hermanos, pero la mamá se vio precisada a buscarla para evitar que el taxista continuara maltratándola y presentía lo peor.
Narró la madre que cuando se enteró que aún su hija estando embarazada, el taxista seguía golpeándola decidió ir a buscarla para llevarla de nuevo al hogar de la familia.
«Fui a buscarla porque él continuaba con sus agresiones de violencia doméstica contra mi hija, yo se la quité», agregó la acongojada madre.
«Me la mató sin piedad, pero que Dios lo perdone», expresó la señora Rivera. «Me queda el consuelo de que mi nieta está viva; no sé lo que él hubiera hecho si la bebé hubiese estado en la escena en el momento de asesinar a mi hija», agregó.
Dijo que la víctima dejaba que el taxista viera a la hija porque se apiadaba de él y no quería que la bebé creciera creyendo que no tenía papá.
«Yo no dejaba que se llevaran a la niña cuando salían, porque sabía que iban a estar juntos. De todos modos, mi hija estaba preocupada», sostiene la madre.
Una vecina de la pareja, Marisa Pantaleón dijo que el martes el taxista y la víctima se pasaron todo el día discutiendo por teléfono.
Al día siguiente, Germán salió a las 3:00 de la madrugada de su apartamento con un amigo, pero sin decirle a nadie a donde iba, según explicó la madre.
La policía dijo que a eso de las 3:52 de la madrugada, Katherine viajaba como pasajera en el Honda Pilot que fue perseguido y chocado por Espinal y que era conducido por José Jiménez de 28 años y nuevo concubino de la joven.
Espinal que manejaba un taxi verde Toyota Camry 2013 fue detrás de ellos por la autopista New England Thruway hacia la ruta 95 Norte, chocándolos por detrás a la entrada de la rampa del vecindario Pelham Parkway de El Bronx.
Cuando el Honda Pilot se volcó, aprovechó la oportunidad y cuchillo en mano, corrió hacia el vehículo chocado y propinó las estocadas mortales a Katherine.
En el incidente, Jiménez no fue atacado por el taxista, pero sufrió heridas leves a causa del impacto.
Espinal esperó a la policía en la escena para entregarse a las autoridades como responsable del homicidio.
El taxista trabajó hasta el 28 de mayo de este año en la base Kiss, en la que su fallecido padre que murió el año pasado también era chofer.
Su licencia le fue suspendida por la Comisión de Taxis y Limosinas (TLC) debido a una ruda golpiza que le propinó a la mujer que lo acusó en la Corte Criminal por violencia doméstica y asalto en primer grado.
La corte había emitido una orden de protección (alejamiento) para que Espinal no se acercara a Germán ni a ninguno de sus familiares, incluyendo la niña de la pareja.
En la base, ex compañeros taxistas de Espinal, reaccionaron asombrados por el crimen y lo describieron como un hombre tranquilo que no buscaba problemas con nadie y se llevaba bien con todo el mundo.
Medios locales reseñaron el miércoles que el chofer mató a su ex mujer porque la sorprendió entrando al motel Paradise Inn de El Bronx, frente a cuyo establecimiento esperó por horas que ella y Jiménez salieran y luego los persiguió para asesinarla.