SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- La decadencia comercial es cada vez más notoria en la calle El Conde, en la Ciudad Colonial. A lo largo de la vía se pueden contar más de 30 locales comerciales con las puertas cerradas, negocios que años atrás tuvieron gran esplendor y que un día no resistieron más la merma de sus operaciones y fueron clausurados.
La cantidad de negocios que han abandonado la histórica zona no se conoce con exactitud, pero el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Calle El Conde (Asoconde), Justo García, calcula que en los últimos dos años 18 establecimientos cerraron sus puertas.
Las razones por las que se marcharon son varias. García cita de entrada la gran cantidad de plazas comerciales que se han construido en la capital. «No hay tantos clientes para tanto comercio», advierte.
Pero Roberto Calixte, supervisor en la tienda Mi Gusto, se lo atribuye a la crisis económica. «Todos dicen que no hay dinero en la calle. Nosotros seguimos aquí, pero es con mercancía barata para poder vender», dice.
Carolina Hernández, que trabaja en un restaurante en la vía, cree que es parte de ambas cosas: «muchas plazas y también la crisis».
Entre los buhoneros la situación no es distinta. Juan Paredes se queja de lo mala que está la cosa. «Las plazas le hacen mucho contrapeso a El Conde y el negocio está en el suelo».
«Esto está mal. Hay muy poco circulante, poco turismo y muy poca atención», comenta el vendedor Julio García, quien atribuye la poca afluencia de público, además de la crisis, a la inseguridad y poca higiene de la calle.
«Mire eso-señala un filtrante en el pavimento- de ahí sale un mal olor insoportable y cuando un turista viene, tú los ve tapándose la nariz, y esto cada vez más deteriorado, con aguas negras en las calles… así no se puede», se lamenta el vendedor.
El mal olor a que hace referencia García se sentía tanto como se siente la merma en la cantidad de personas que optan por pasearse por la vía, sean en horas de la mañana o de la noche.
Persecución
Modesto Miliano preside la Asociación de Buhoneros de la Calle El Conde y afirma que entre ellos muchos también han tenido que abandonar el oficio de vendedor. Menciona la falta de circulante, pero sostiene que lo que más le afecta es la persecución que -a su juicio- les tienen el Ayuntamiento del Distrito Nacional, el Ministerio de Turismo y Asoconde.
Como parte de lo que califica de persecución refiere el que no se les entregan los carnets para operar, los desalojan constantemente y les quitan tanto su mercancía como el dinero que han realizado en el día.
Todos esos actos Miliano se los atribuye a un contubernio en contra de los buhoneros de parte de las tres entidades referidas, por razones que no sabe explicar.
Esperanzados
El presidente de Asoconde, Justo García, reconoce que la situación del comercio no es la mejor, pero aclara que no están ahogados. Tampoco cree que el deterioro sea tanto como se percibe y compara las ventas de su tienda Kalea, tanto en El conde como en la Avenida Duarte, y asegura que una no vende más que la otra. García está, además, esperanzado en que la situación mejore una vez concluyan los trabajos de restauración de la Zona Colonial, emprendidos por el Gobierno con el apoyo del BID.
