WASHINGTON.- El brote de cólera que comenzó en 2010 en Haití se extendió a la República Dominicana, ha afectado también a Cuba y acaba de llegar a México, lo que ha llevado a las autoridades continentales de salud a tomar medidas para evitar su expansión.
El doctor Marcos Espinal, director del departamento de enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo a Efe que están «trabajando con todos los países para tener al día planes de contingencia, de preparación, porque definitivamente hay un riesgo de expansión».
Los países de Centroamérica, por su cercanía a México, son «los que mayor riesgo tienen» y por eso «les estamos dando prioridad», para que «estemos bien preparados» en caso de que el cólera llegue, detalló Espinal.
El cólera es una enfermedad diarreica que se contrae por consumir agua o alimentos contaminados con la bacteria «vibrio cholerae», que causa deshidratación y a veces puede producir la muerte.
El brote que tiene en alerta a la OPS comenzó hace unos tres años en Haití, país que sufrió un devastador terremoto en enero de 2010 y donde, según Espinal, «el problema es sobre todo de agua y saneamiento».
En Haití hay un acceso «muy limitado» al agua potable y saneamiento, que alcanza apenas al 50 % de la población, destacó Espinal.
De acuerdo con las últimas cifras facilitadas por la OPS, desde el inicio de la epidemia en Haití (octubre de 2010) hasta el pasado 10 de octubre se registraron 682.573 casos de cólera, de los que casi 380.000 requirieron hospitalización y 8.330 fallecieron.
El pasado 9 de octubre víctimas de cólera en Haití presentaron una demanda en un tribunal federal de Nueva York en la que acusan a la ONU de haber introducido la epidemia en el país y con la que buscan compensaciones para los afectados.
Sectores sociales y políticos del país sostienen que la epidemia se originó por un vertido de residuos fecales del contingente nepalí de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah).
Se trata de una posibilidad que admiten varios estudios técnicos pero que la ONU ha rechazado en repetidas ocasiones.
En el caso de la vecina República Dominicana, la enfermedad reapareció en noviembre de 2010, según la OPS, y hasta el pasado 6 de octubre se contabilizaron 31.070 casos, de los cuales 458 fallecieron.
En Cuba y México el brote «no anda a la misma velocidad» que en Haití, «ni mucho menos», tranquilizó Espinal.
En esa línea, añadió que «si se toman las medidas necesarias, como aumentar la vigilancia epidemiológica y facilitar el acceso a tratamiento con sales de rehidratación oral, no debe hacer muchos problemas» para controlar el cólera en Cuba ni en México.
En la isla caribeña la enfermedad reapareció en 2012 después de cinco décadas sin casos y tras haberse reportado la última epidemia en 1882.
El total de casos confirmados en Cuba es de 678, con tres muertes incluidas, y las autoridades de La Habana no han informado de nuevos afectados desde el pasado 23 de agosto.
Investigadores cubanos están trabajando precisamente en el desarrollo de dos vacuna contra el cólera, una en fase de ensayos clínicos «avanzados» con evaluaciones en Mozambique y en la propia Cuba, según informó esta semana el diario oficial Juventud Rebelde.
En cuanto a México, entre el 9 de septiembre y el 18 de octubre de este año se han confirmado un total de 171 casos, incluido un fallecimiento.
Cuando el cólera llega a un país, «lo importante es que el control sea rápido y efectivo para evitar que haya brotes masivos», comentó Espinal.
La OPS, que actúa como la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no ha emitido ninguna restricción de viajes o comercio en relación con este brote de cólera.
La última gran pandemia de cólera comenzó en Indonesia en 1961 y se extendió por Asia, Europa y África.
La enfermedad resurgió en Latinoamérica en 1991 y causó 4.000 muertos en 16 países, con un total de 396.536 afectados en el continente, según la OMS. Perú y Ecuador fueron los países con mayor número de casos.