SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, RD.- La Fiscalía de Santiago confirmó que siete menores fueron violados por el padre polaco Wojciech Gil, lo que hace constar en el expediente acusatorio luego de las investigaciones realizadas a familiares y moradores del distrito Juncalito, municipio Jánico, al suroeste de la provincia de Santiago, en donde ejerció sus funciones.
En declaraciones a la prensa, la fiscal licenciada Luisa Liranzo informó, que las conclusiones fueron remitidas al Departamento de Extradicción y Asuntos Internaciones de la Procuraduría General de la República, quien es la responsable de dar seguimiento ante las autoridades de Polonia, vía la Cancillería dominicana.
La autoridad judicial santiaguera dijo, que la fiscalía estableció, mediante las investigaciones que realizó, y que ya concluyeron, que el sacerdote polaco Wojciech Gil (Padre Alberto), abusó sexualmente de siete adolescentes.
Técnicamente manifestó, que se cometieron hechos de naturaleza de connotación sexual en perjuicio de estos siete menores de edad.
Señaló, que el expediente ya fue instrumentado con siete víctimas formales y que ha sido enviado al Departamento de extradición de la Procuraduría General de la República Dominicana para que a su vez lo reenvíen a las autoridades polacas.
Cuando se airó el caso por primera vez, circularon rumores de que el religioso al menos había abusado de 14 menores, pero en las investigaciones la fiscalía determinó que fueron 7 las víctimas, algo que considera bien grave.
La representante del Ministerio Público manifestó, que bajo ningunas circunstancias su despacho se desentenderá de un caso de esa magnitud, por lo que se mantendrá en contacto permanente con las autoridades polacas.
Se recordará, que hace algunas semanas un tribunal de la Cámara Penal del Departamento Judicial de Santiago, declaró en rebeldía al padre Alberto Gil, al ausentarse del país una vez estalló el escándalo y no presentarse ante las autoridades a pesar de los reiterados pedidos que se les han hecho por diferentes medios.
La religiosa de la comunidad de Juncalito, señora Carmen Adames, dijo que algunos de los adolescentes ultrajados han sido puestos en manos de psicológicos, pero otros sus padres se han visto obligados a sacarlos del lugar, porque siempre aparecen «personas que se burlan de las desgracia de los demás».
