HONDURAS.- Xiomara Castro, la esposa del expresidente de Honduras Manuel Zelaya, derrocado en un golpe de estado el 28 de junio de 2009, figura entre los favoritos para alzarse con la Presidencia en las elecciones del próximo domingo, mientras que su marido aspira a un puesto de diputado.
Zelaya es el coordinador general de Libertad y Refundación (Libre), un partido de izquierda surgido del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que nació en las calles tras el derrocamiento del expresidente y que proclamó a Castro «por consenso» como su candidata presidencial.
El exgobernante, que ha sido empresario maderero, llegó al poder el 27 de enero de 2006 bajo la bandera del conservador Partido Liberal, al que pertenecía con su mujer y que en el pasado reciente le permitió ocupar importantes cargos en el Ejecutivo y ejercer como diputado en el Legislativo y en el Parlamento Centroamericano.
Xiomara Castro ha propiciado la posibilidad de una vuelta al poder de Zelaya, cuando para algunos sectores el golpe de Estado suponía el fin de la carrera política del expresidente, pero éste se fortaleció con su expulsión de la Presidencia y del país.
Un acuerdo entre el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, con el de Colombia, José Manuel Santos, y el de Honduras, Porfirio Lobo, propició el regreso de Zelaya a Honduras el 28 de junio de 2011 y el cierre de los procesos judiciales abiertos en su contra.
Hasta entonces, la mujer de Zelaya había encabezado algunas marchas populares en Tegucigalpa y otras ciudades del país, en un fallido intento del FNRP de que el exgobernante fuera repuesto en el poder.
El regreso a Honduras de Zelaya, cuya administración se vio salpicada por denuncias de corrupción, dio pie al surgimiento del partido Libre, reconocido en 2012 por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y que declaró candidata a Xiomara Castro, decisión que resultó polémica.
Además de Libre, tras el golpe de Estado surgieron otros tres partidos, el Anticorrupción (PAC), Frente Amplio Popular en Resistencia (FAPER) y la Alianza Patriótica Hondureña (APH).
El PAC está liderado por el presentador de televisión Salvador Nasralla; el FAPER por Andrés Pavón, dirigente de un cuestionado organismo de derechos humanos; y el APH por Romeo Vásquez, que en el gobierno de Zelaya era el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
El reto de Libre es romper el bipartidismo tradicional que ha imperado en Honduras desde hace más de un siglo con los partidos Liberal y Nacional, ambos conservadores, como protagonistas.
Durante varios meses, los seguidores de Libre, además de su bandera roja con una estrella negra, también enarbolaban las de Cuba y Venezuela, mientras que Zelaya y su esposa promovían el «Socialismo del siglo XXI» de Hugo Chávez.
Pero después de la muerte de Chávez, la esposa de Manuel Zelaya comenzó a promover un «socialismo catracho» (hondureño) y en sus concentraciones ya no figuran banderas de Cuba ni de Venezuela.
El surgimiento de Libre ha afectado más al Partido Liberal, que se dividió tras el derrocamiento de Zelaya, quien, según fuentes cercanas al Parlamento, estaría negociando con el candidato presidencial del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, cuotas de poder en el Legislativo en caso de que Libre obtenga la Presidencia.
El candidato del Partido Nacional, que goza de permiso como presidente del Parlamento, dijo en una reciente conversación con corresponsales de prensa extranjera que Xiomara Castro es su contendiente más fuerte, pero que él la superará por unos ocho puntos de diferencia en las elecciones del domingo.
La principal propuesta de la candidata de Libre es la «refundación» de Honduras a través de una asamblea Constituyente, lo que pretendió su marido a través de una consulta popular pese a tener impedimentos legales para ello, lo que al final le costó el cargo.
De ganar Xiomara Castro, no solo sería la primera mujer en llegar al poder en Honduras, sino que estaría rompiendo con el bipartidismo en un país que tradicionalmente ha sido conservador.
En los primeros sondeos de opinión difundidos a mediados de año, Castro figuraba en primer lugar en la intención de voto, pero en octubre, según algunos sondeos, pudo haber caído unos cinco puntos y haber sido superada por su rival del Partido Nacional.
Para algunas empresas encuestadoras, en octubre se produjo un empate técnico entre Castro y Hernández, mientras que el Partido Liberal, que también ha recuperado terreno, estaría en tercer lugar y el PAC el cuarto.