Continúa robo parrillas de filtrantes en el Distrito Nacional

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El Ministerio de Obras Públicas ha sustituido en muchos lugares las tapas de hierro por un material plastificado, pero resulta que estas últimas no han dado resultado porque se hunden y también se las roban.
El Ministerio de Obras Públicas ha sustituido en muchos lugares las tapas de hierro por un material plastificado, pero resulta que estas últimas no han dado resultado porque se hunden y también se las roban.

SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- El robo de tapas de registro y filtrantes en las calles y contenes se ha convertido en un peligro público para conductores y transeúntes, por lo que choferes demandan acciones judiciales drásticas contra quienes cometen esa acción.

La sustracción de las parrillas de registro en calles y contenes es considerada por muchos como una acción criminal, ya que pone en riesgo la vida de personas y causa daño a los vehículos que impactan los hoyos que dejan al descubierto, por lo que reclaman que esa acción sea penalizada.

Sustitución de tapas

El Ministerio de Obras Públicas ha sustituido en muchos lugares las tapas de hierro por un material plastificado, pero resulta que estas últimas no han dado resultado porque se hunden y también se las roban.

En la avenida Expreso Quinto Centenario se han producido varios accidentes debido a los grandes hoyos que dejan los ladrones cuando sustraen las tapas de los registros que están en medio de la vía.

Alejandro Jiménez, residente de Villa Consuelo, dice que no entiende cómo es que en una vía tan vigilada por la policía como la Expreso Quinto Centenario los ladrones se llevan las tapas de los filtrantes desde que las colocan. Jiménez dice que Obras Públicas ha colocado la parrilla del registro 7 veces y que siempre se la roban.

Explicó que varios accidentes se han producido en la referida vía cuando los vehículos caen en esos hoyos. Creen que tanto el que se roba las parrillas como quienes las compran deben ser sometidos a la justicia.

En muchas calles de la capital hay hoyos en los contenes que parecen fosas, que constituyen un peligro para los transeúntes, especialmente para los niños.
En muchas calles de la capital hay hoyos en los contenes que parecen fosas, que constituyen un peligro para los transeúntes, especialmente para los niños.

Fosas en contenes

En muchas calles de la capital hay hoyos en los contenes que parecen fosas, que constituyen un peligro para los transeúntes, especialmente para los niños.

En el Expreso Quinto Centenario, así como en un tramo de la Avenida del Puerto, hay grandes hoyos en los contenes, porque inescrupulosos se roban las parrillas.

“Este es un hecho criminal que demanda ser castigado por las autoridades, yo estuve a punto de tener un grave accidente cuando caí en un hoyo en el Expreso Quinto Centenario que había en medio de la vía. El hoyo me rompió la goma del vehículo”, narró Joaquín Antonio Martínez.

La calle Juan Parra Alba, que conduce a la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó (avenida del Puerto) también mantiene más de cinco hoyos abiertos, que según los vecinos han provocado accidentes, porque cuando los conductores caen en ellos pierden el control.

“Obras Públicas le pone la tapa y detrás los ladrones se la quintan”, dijo Fidelio Fortuna, residente en Santa Bárbara.
En el contén delante de la planta eléctrica Seaboard, instalada en el río Ozama, hay tres grandes huecos que constituyen un peligro, especialmente de noche.

Muchos conductores entienden que las personas que cometen esas acciones deben ser sometidas a la justicia, porque además de cometer un daño contra el Estado, esa acción atenta contra la vida de las personas.

“La Policía tiene que apresar a toda aquella persona que sorprenda robándose la tapa de los filtrantes, porque el que hace eso es un delincuente y un criminal, porque hay hoyo que la persona que cae de noche tiene problema”, refirió Ángel Gomera, conductor.

La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) informó que tiene grandes pérdidas por el robo de dichas parrillas, ya que se las roban para venderlas como metal.