La sobrevaloración que se le dio a la virginidad en el pasado contribuyó en gran medida a generar en muchas mujeres inseguridades con respecto a cuál es el momento “correcto” de dárselo a alguien por primera vez.
El temor de ser consideradas fáciles o de que su cita perdiera el interés en ellas generalizó la creencia de que lo más indicado es esperar y no apresurarse con el sexo.
Sin embargo, repite en sus charlas Rosaura Rodríguez, experta en relaciones de pareja, estos no son más que mitos que poco a poco han ido desvirtuándose especialmente entre las nuevas generaciones.
El sexo dejó de verse como una prueba de amor.
La química que se sienta en esa primera salida, lo que busquen ambas personas (no necesariamente es una relación), el ambiente del lugar e incluso la conversación son algunos de los factores que primarán a la hora de decidir si ceder ante el deseo o mejor optar por contenerse.
El trago muchas veces puede jugar una mala pasada, así que la recomendación para quienes no estén buscando simplemente pasarla bueno una noche y no quieran despertar al otro día con remordimientos es no excederse y tomar con moderación.
No hay que desconocer que un porcentaje significativo de mujeres prefieren en esa primera cita ir con más calma y darse la oportunidad de establecer vínculos con alguien nuevo.
De hecho, un sondeo reciente realizado por el portal de citas y encuentros Match.com reveló que el 50% valora que un hombre no intente ir a la cama tan rápido, pues eso significa que sabe cómo seducir y que comprende que es importante respetar su ritmo.
Según la encuesta, en este primer encuentro lo que ellas más aprecian son los gestos de caballerosidad, como que les abran la puerta del carro o se ofrezcan a pagar la cuenta. Así, finalmente, ante la insistencia de algunas, terminen aceptando compartir los gastos.
El 67% de las encuestadas confesaron que esperan un encuentro relajado, en el que se dejen fluir las energías en medio de música, una buena comida, unos vinos y una entretenida conversación.
Por ello, para una de cada cinco mujeres resulta inadmisible que su chico se desconcentre chateando, intercambiando mensajes de texto y contestando correos o llamadas telefónicas. Ese rato es para desconectarse y disfrutar de la compañía.
En caso de que la cita termine entre las sábanas, pero la experiencia no sea muy buena por cuenta de la timidez, del pudor, del desconocimiento sobre lo que le gusta al otro, de la torpeza por la emoción o de una mala pasada por culpa del trago, una de cada siete de las participantes en el sondeo de Match.com aseguró que le daría a ese hombre una segunda oportunidad.
Valeria Schapira, consultora de pareja de esta página, explica que aunque una primera impresión es determinante, los sentimientos y las sensaciones que nacen en un encuentro íntimo pueden ser tan fuertes que propician el deseo por seguir explorando.
