Hispano asesina a martillazos en Queens novia y suegra porque creía mujeres le estaban haciendo brujería con vudú

0
104
Al fondo, oficiales de la Oficina del Médico Forense, transportan el cadáver de Lina Castaleda de 25 (izquierda), asesinada a martillazos junto a su madre Estrella Castañeda (55) en Queens por el hispano Carlos Alberto Amarillo (derecha), quien creyó que las mujeres le hacían "brujería" con vudú.
Al fondo, oficiales de la Oficina del Médico Forense, transportan el cadáver de Lina Castaleda de 25 (izquierda), asesinada a martillazos junto a su madre Estrella Castañeda (55) en Queens por el hispano Carlos Alberto Amarillo (derecha), quien creyó que las mujeres le hacían «brujería» con vudú.

Por Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ Un inmigrante hispano identificado como Carlos Alberto Amarillo de 44 años de edad y de nacionalidad uruguaya o argentina, asesinó a martillazos en Elmurths (Queens) a su novia Lina Castañeda de 25 y su suegra Estrella Castañeda de 55, porque el homicida creyó que las mujeres, supuestamente le estaban haciendo brujería con el rito haitiano vudú.

El Fiscal del Distrito de Queens, Richard Brown dijo que Amarillo fue arrestado por la policía después que el sospechoso llamara él mismo al 911 y hablando en español, le dijo a las autoridades que «ellas fueron asesinadas, vengan rápido que están muertas».

Amarillo, les dijo a los investigadores que «yo las maté, porque son brujas», acorde con el informe del fiscal de Queens.

El doble crimen fue perpetrado por Amarillo alrededor de las 12:10 de la madrugada de ayer martes.

El acusado también pidió a la policía que lo mataran, pero no resistió el arresto.

«La maté con un martillo», repetía una y otra vez Amarillo. La policía lo encontró en la casa de pareja situada en el 24-10 de la calle 87, cerca del aeropuerto La Guardia, deambulando por la calle y con una biblia.
Amarillo vociferaba en las calles «yo las maté, las maté».

El cadáver de Lina fue encontrado por los investigadores boca abajo en el dormitorio trasero de la vivienda y con la cabeza virtualmente machacada por los martillazos que le propinó Amarillo.

El martillo estaba al lado del cuerpo de la joven mujer.

El cuerpo sin vida de la abuela, estaba en la cama en un dormitorio del segundo piso de la residencia, con un almohada sobre su cara, por lo que al parecer, Amarillo la estranguló.

La empuñadura de goma del martillo, estaba su lado en la cama, añade el parte oficial.

«El ataque fue tan brutal y vicioso, que algunos vecinos pudieron escuchar los martillazos, pero no tenían idea de lo que estaba ocurriendo», agregó el fiscal de Queens.

Camilo Alvarez, de 23 años de edad, uno de los vecinos y trabajador de construcción, dijo a medios locales que escuchó los martillazos.

«Trabajo en construcción y puedo distinguir el sonido de un martillo, pero jamás pensé que alguien estaba asesinando a una persona», añadió Alvarez.

Una fuente de la investigación, dijo que Amarillo expresó arrepentimiento en los interrogatorios al confesar los crímenes de su novia y la abuela.

«Eran brujas y me estaban haciendo vudú», les dijo a los investigadores policiales en el cuartel 115 de Queens donde fue procesado.

La niña fue rescatada por la policía que la entregó a la Administración de Bienestar Infantil para su custodia temporal.

Arnoldo Parra, quien se identificó como tío del padre de la menor, dijo que Amarillo, «que es uruguayo o argentino, se había mudado en la casa con Lina hace poco, por lo que no lo conocía».

El acusado, fue decrito como violento y de un temperamento «pesado» por algunos vecinos que dijeron que en el verano del año pasado, romió una ventana de madrugada para entrar a la casa, cuando las mujeres no quisieron abrirle la puerta.

Este es el segundo crimen horrendo cometido en la ciudad por un segundo inmigrante hispano, después que hace varios días, el mexicano Miguel

Mejía Ramos, asesinara brutalmente a puñaladas también en Queens a su esposa y dos hijas, alegando en los interrotarios que lo hizo «porque no tenía asientos en el carro para mis hijas».