En Nueva York estudian volver a prohibir refrescos de gran tamaño

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La medida, impulsada en principio por el exalcalde Michael Bloomberg, busca prevenir la obesidad y enfermedades.
La medida, impulsada en principio por el exalcalde Michael Bloomberg, busca prevenir la obesidad y enfermedades.

NEW YORK.- Funcionarios municipales de Nueva York exhortaron el miércoles al máximo tribunal del estado a reincorporar la prohibición a los refrescos de gran tamaño, argumentando que la Junta de Salud local tiene autoridad para restringir productos que causan obesidad al consumidor y contribuyen a enfermedades.

La prohibición del 2012 a las bebidas azucaradas de más de 473 ml (16 onzas fluidas) promocionadas en restaurantes, tiendas de abarrotes, salas de cine, estadios y puestos de comida callejera fue anulada por tribunales inferiores el mismo día en que entró en vigor. Fue impulsada por el entonces alcalde Michael Bloomberg y desde entonces respaldada por el alcalde Bill de Blasio.

«La mayor fuente de azúcar agregada en la dieta estadounidense, 40% del azúcar agregada proviene de las bebidas endulzadas», dijo Richard Dearing, asesor jurídico municipal. «Son calorías vacías. No ofrecen valor nutricional.

Varios jueces de la Corte de Apelaciones cuestionaron dónde la Junta de Salud trazaría la línea.

El juez Eugene Piggott Jr. preguntó si seguiría la prohibición de hamburguesas triples. La jueza Victoria Graffeo cuestionó el límite teniendo en cuenta que no se prohíben las bebidas de café mezclado cargadas con más de 800 calorías.

La decisión de la Junta de Salud es razonable, no arbitraria, sobre hechos científicos, dijo Dearing. Agregó que no se trata en sí de una prohibición, sólo en fijar un límite al tamaño.

Propietarios de restaurantes, salas de cine, compañías de bebidas y pequeñas tiendas presentaron una demanda para bloquear las restricciones. No se espera que la Corte de Apelaciones llegue a un fallo sobre la petición hasta el próximo mes.

Richard Bress, abogado de los demandantes, argumentó el miércoles que la Junta de Salud carece de autoridad para tomar esas decisiones, que deben ser autorizadas primero por el Concejo. Muchos integrantes del Concejo se han opuesto.

«Lo que no tenemos es el deseo de la gente», dijo Bress. «Fue un primer paso para cruzar los límites al decirnos qué tamaño de porción podemos tener».