Los capos no andan por las ramas

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El mal evidentemente se agrava, pero todos, autoridades y población, solo les importa la anécdota.
El mal evidentemente se agrava, pero todos, autoridades y población, solo les importa la anécdota.

Llama la atención que el hecho no horroriza, ni a las autoridades ni a la población

A tres jovencitos que, según se pudo averiguar, no pertenecen al coro de Los Niños Cantores de Viena, les cortaron varios dedos de las manos. 

Las informaciones son pocas, pero se sabe que la acción fue ordenada por narcotraficantes y en castigo o reparación de un daño.

A todas luces, un pleito entre delincuentes, pero que demuestra una vez que los capos no andan por las ramas y a la hora de vengar una afrenta, utilizan violencia excesiva.

Sin embargo, llama la atención que el hecho no horroriza, ni a las autoridades ni a la población, como si fuera algo normal y cotidiano.

Y por si hiciera falta, resulta que ese desquite fue llevado a cabo por mujeres, actuando por encomienda de los jefes de las drogas.

Es decir, que a poco, las mujeres van teniendo los ovarios más grandes que los hombres los cojones, y que tareas que antes eran de varones, las asumen como valkirias modernas.

El mal evidentemente se agrava, pero todos, autoridades y población, solo les importa la anécdota.

Tomado de: Diariolibre.com