SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Decenas de residentes del Sector Gazcue, han pegado ¡El grito al cielo! Al ver como en plena calle ciudadanos haitianos usan las áreas públicas y privadas como sanitarios, desnúdanse y defecando en aceras y jardines , sin ninguna higiene ni pudor, orinan, se pelean entre sí con armas blancas y proliferan basura por doquier en los alrededores de la calle Cayetano Rodríguez número 161 , donde ha sido instalada una sucursal de la Embajada de Haití.
Ante la situación calificada preocupante por la Junta de Vecino Gazcue Patrimonial, Julio Cesar De la Rosa Tiburcio, coordinador nacional de la Alianza, ADOCCO, quien ahora es vecino de la citada sucursal, ofreció una rueda de prensa junto a los residentes de las calles adyacentes para hacer un llamado al Presidente Danilo Medina, Josè Ramón Fadul, ministro de Interior y Policías.
Además, a Carlos Morales Troncoso, de Relaciones Exteriores; Gustavo Montalvo, Administrativo de la Presidencia; José Ricardo Tavera, director general de Migración; Roberto Salcedo, Sindico Distrito Nacional; Bautista Rojas Gómez, Medio Ambiente; Luis Henry Molina, vice ministro Presidencia y al mayor general Manuel Castro Castillo, jefe de la Policía Nacional, para que restablezcan el “orden en la zona”.
Al explicar su alarma y oposición al uso de la casa ubicada en la Cayetano Rodríguez 161, destacan que en su entorno existen residencias familiares, colegios y centros de estimulación temprana para niños pequeños y oficinas profesionales, que a partir de la instalación de las oficinas del Programa de Identificación y Documentación de los Inmigrantes Haitianos (PIDH), mantienen un “completo desorden”.
El coordinador de Adocco, en rueda de prensa en plena calle frente al local de la citada embajada, junto a sus vecinos informan que esa casa no reúne las condiciones mínimas para recibir a miles de personas en condiciones dignas para los propios usuarios, por lo que está generando la siguiente situación:
Aglutinamiento de cientos de personas en aceras y calles, uso de las aceras para las filas y punto de reunión de grupos de personas, irrespeto y violación de vehículos privados, uso de áreas públicas y privadas como sanitarios, desnúdense y defecando en aceras y jardines sin ninguna higiene y pudor, violación de espacios privados, ruido constante, alboroto, discusiones y riñas violentas entre los visitantes, “incluso” amaneciendo desde la una de la madrugada de lunes a domingo.
Además, parqueo de motores en caceras y contenes y los parqueos privados, alteración de la seguridad de los ciudadanos de la zona, instalación de buscones, cañeros, carteristas y vendedores de comida y bebida ensuciando el entorno y arrabalizando la zona, entre otros problemas.
La doctora Rafaela Espaillat dijo que ese inmueble alquilado por la embajada de Haití no presenta las mínimas condiciones de suelo para manejar la cantidad de nacionales haitianos que se apersonan a solicitar sus documentos, “están a sol, agua, y sereno debe de dársele mininamente las condiciones para que no permanezcan de pie hasta 12 hora”.
“Esas personas están invadiendo las aceras, hacen sus necesidades en las vías públicas, ellos están violentando la paz pública en un residencial , desde la madrugada se mantienen haciendo ruido, entorpeciendo la tranquilidad del sector, ”ha venido una avalancha de venduteros, chiriperos de todas clase, esas gente no tiene donde hacer sus necesidades, donde sentarse, es una condición infrahumana, pero nosotros estamos defendiendo nuestra tranquilidad y seguridad”.
El abogado Rolando de la Cruz Bello, apela al gobierno y al propio embajador haitiano acreditado en el país para que ofrezcan un trato más humanos a los haitianos, reubiquen esa oficina y los residentes de todas las calles adyacentes de la Cayetano Rodríguez vuelvan a recuperar la tranquilidad.
Finalmente, expresaron que apelan a las autoridades previendo la ocurrencia de hechos lamentables, por lo que apelan la rápida intervención del gobierno en el traslado urgente de dichas oficinas a una localidad más apropiada y que no implique peligros y riesgos a la salud, seguridad de niños, adultos, daños a la propiedad y personales tanto a los ciudadanos haitianos como a los dominicanos.