El “Danilismo” ante un posible panorama sin la reelección

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Seguidores de Medina apuestan al control del Congreso para evitar se aleje por ocho años.
Seguidores de Medina apuestan al control del Congreso para evitar se aleje por ocho años.

Por Luis García

SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.– “El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, el amor no lo reflejo como ayer…”. Indistintamente de que esta hermosa canción fuera cantada por el cubano Pablo Milanés o la argentina Mercedes Sosa, ambos íconos de la nueva canción de los años 70, recuerda que el tiempo, tanto para el amor como para cualquier tipo de acción humana, incluyendo la política y el poder, se acaba.

En estos días en que una parte los dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sigue acariciando la idea de la reelección de su líder, el presidente Danilo Medina Sánchez, dada la prisa de que el tiempo pasa, pudo haberle caído como un balde agua helada la afirmación de este domingo del Mandatario: “Yo me voy (de la Presidencia de la República) con el dolor de que no he podido avanzar, porque no depende de mí”.

El Jefe del Estado hablaba de esa manera ante ganaderos del municipio de Consuelo, San Pedro de Macorís, y se refería a la tarea inconclusa de titulación de tierra que había prometido durante su campaña electoral.

Ahora que a ese sector, que tiene los puestos claves en el Gobierno, comienza a experimentar la cuenta regresiva del mandato constitucional 2012-2016, apuesta al aprovechamiento del poder político que detenta para intentar el control de una matrícula importante del Congreso Nacional a escoger en menos de dos años, a fin de evitar que el eventual retorno de su líder se aleje por un espacio no menos de ocho años.

Sin dudas que la idea es lograr que actuales funcionarios procuren convertirse en senadores y diputados, sumados a los que se reelijan y que también responden a esos mismos intereses, de manera que impidan cualquier intento futuro del próximo Presidente de tratar de modificar la Constitución para restablecer la reelección.

Eso complicaría una pretensión de Medina Sánchez, que tendría que aspirar con más de 70 años de edad.

La estrategia

A lo interno del peledeísmo existe la convicción de que esa estrategia está en marcha desde hace tiempo, evidenciada en campañas adelantadas de figuras del “danilismo” en procura de puestos congresuales y municipales en las elecciones previstas para el año 2016.

Además, aprovechan el poder político para provocar que el candidato del PLD que gane la nominación a la Presidencia de la República entre Francisco Javier García, Leonel Fernández Reina, Reinaldo Pared Pérez, Temístocles Montás o Radhamés Segura tenga que sentarse a conversar con su líder.

Incluso, se liga a ese propósito dos cuestiones que aparentan desligadas a la estrategia: la insistencia del procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, de procurar una condena por alegada corrupción de su compañero de organización y senador de la provincia San Juan, Félix Bautista; y la no entrega de los fondos que demanda la Junta Central Electoral (JCE) para organizar los comicios. Bautista es un hombre de confianza del expresidente Fernández Reyna.

Proyecto reeleccionista

Mientras que se estima que la insistencia de mantener la idea de la posibilidad de la reelección por parte de algunos “muchachos de mandado” obedece a no ver sometido a Medina Sánchez a la “soledad del poder”, antes de que concluya su mandato el 16 de agosto del año 2016.

Prohibición constitucional

Conforme lo establece la Constitución de la República proclamada el 26 de enero del año 2010, la reelección presidencial figura prohibida de manera expresa, quedando sólo abierto el camino de reformarla para eliminar el impedimento.

La cuestión es abordada en los artículos 22, 203, 208, 209, 210 y 272.

En el 22 se refiere al derecho que tienen los ciudadanos a decidir sobre los asuntos que se les propongan mediante Referendo. En el 203 se habla del Referendo y del Plebiscito como mecanismos directos de participación municipal y manda a establecer los ámbitos, requisitos y condiciones para su ejercicio.

Mientras que el artículo 208 indica que es un derecho y un deber ciudadano de ejercer el sufragio y participar en referendos. Y en el 209 se establece que no podrán coincidir las elecciones de autoridades con la celebración de Referendo.

En tanto que en el artículo 210 se precisa que el Referendo estará regulado por una ley que requerirá ser votada por una mayoría calificada y que el mismo no podrá tratar sobre aprobación ni revocación de mandato de ninguna autoridad electa o designada.

El 272 señala que “cuando la reforma verse sobre derechos, garantías fundamentales y deberes, el ordenamiento territorial y municipal, el régimen de nacionalidad, ciudadanía y extranjería, el régimen de la moneda, y sobre los procedimientos de reforma instituidos en esta Constitución, requerirá de la ratificación de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas con derecho electoral, en referendo aprobatorio convocado al efecto por la Junta Central Electoral, una vez votada y aprobada por la Asamblea Nacional Revisora”.

JCE y reforma

Agrega en el párrafo I que “la Junta Central Electoral someterá a referendo las reformas dentro de los sesenta días siguientes a su recepción formal”.

Y el párrafo II lo complementa diciendo que “ la aprobación de las reformas a la Constitución por vía de referendo requiere de más de la mitad de los votos de los sufragantes y que el número de éstos exceda del treinta por ciento (30%) del total de ciudadanos y ciudadanas que integren el Registro Electoral, sumados los votantes que se expresen por sí o no”.

“No somos los mismos”

Los peledeístas, con o sin reelección, estarán involucrados en los próximos 18 meses en la lucha por el poder, primero a nivel interno, y luego en busca de mantenerse en la dirección del Estado más allá del 16 de agosto del año 2016.

Sin embargo, ante un tablero sin reelección, el “danilismo” sabe que el tiempo pasa y que todo cambia, sobre todo el epicentro del poder.

Y eso lo sentenció el ilustre poeta chileno Pablo Neruda en su célebre “20 poemas de amor y una canción desesperada”: “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”.