SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, RD.- La Iglesia Católica, a través del Arzobispado de esta provincia, abogó porque el 2015 sea un año libre de corrupción pública, que la ejercida por el sector privado no encuentre refugio en las instituciones estatales y porque la clase política piense más en los intereses de la nación y no en los proyectos personales.
El mensaje católico con motivo del nuevo año está contenido en el editorial del periódico Camino titulado “Color esperanza”, correspondiente a la presente semana,
“Queremos un 2015 libre de la corrupción pública, mal que ha llenado de pobreza a miles de familias que viven en condiciones infrahumanas, siendo presas de prebendas que buscan aniquilar su conciencia”, enfatiza el Arzobispado de Santiago.
Considera urgente y necesario que la corrupción no quede sin castigo, y agrega “Que ningún andamiaje jurídico, por más revestido de legalidad que se muestre, esté por encima de la verdad”.
“Que llegue la hora en que la corrupción en el ámbito privado, y que afecta a los demás, no encuentre refugio en las instituciones estatales. Que ningún apellido, ascendencia social, militancia partidaria o poder económico haga de la justicia una caricatura”, recomienda.
Polìticos y solidez institucional
En su vocero escrito, la Iglesia Católica dice desear para el 2015 “una clase política que piense más en los intereses de la nación, y no en sus proyectos personales alimentados muchas veces con los fondos del Estado y que va desacreditando el perfil de su función”.
A la vez mostró su esperanza de que el 2015 sea un año en que las instituciones sean más sólidas y que su permanencia y eficiencia no estén sujetas a los intereses y caprichos de personas o grupos “que piensan que son indispensables para el devenir de nuestra historia”.
Metas y proyectos
Tras solicitar tener presente que es mucho más la luz que la oscuridad, el órgano escrito religioso estima que junto al 2015 llega una carpeta llena de proyectos y deseos “que aspiramos a convertirlos en realidad en los próximos 12 meses”.
“Son anhelos individuales y colectivos que ponemos en blanco y negro y en cuya materialización descansa una parte importante de nuestro crecimiento”, agrega.
Paz y oportunidades
La Iglesia Católica también abogó porque en el año próximo se imponga una cultura de paz en todos los espacios de la sociedad y sean dejados atrás los días grises y tristes marcados por una violencia que ha hecho de los hogares cárceles sin puertas.
Aboga también porque los jóvenes encuentren oportunidades de trabajo y no sientan la frustración de tener un título que han logrado con sacrificios “y que sólo le sirve para expandir la legión de profesionales que van por las calles cantando sus lamentos”.
